Con la participación de más de 2.000 compradores del exterior, procedentes de cerca de 40 países, termina este viernes la trigésima primera edición de la Feria Internacional de Bogotá (FIB).
El evento, que ha contado con unos 700 expositores, una nutrida agenda académica, agendamiento de negocios y cuatro salones especializados, ha tenido una asistencia aproximada de 58.000 visitantes, en sus 27.000 metros cuadrados de exhibición.
Lilian Conde, jefe de proyecto de la FIB, reveló que al cierre “prevemos superar expectativas de negocios por más de 100 millones de dólares, llegando a agendamientos de negocios con más de 80 compradores nacionales e internacionales, quienes se reúnen con cerca de 400 expositores de la feria”.
Este año se hicieron presentes más de 19 países, entre los que se destacan España, Argentina, Italia, Venezuela, México, Taiwán, Dinamarca, Polonia, Panamá, Estados Unidos, Portugal, Finlandia, República Checa, Bélgica y Brasil.
La Feria Internacional de Bogotá se ha convertido en motor de desarrollo de grandes empresas, y este año presentó las nuevas tecnologías y los equipos que permitirán a la industria continuar a la vanguardia de sus mercados.
Entre las innovaciones y los productos tecnológicos, se destacaron la primera máquina en Colombia capaz de imprimir prototipos en 3D de alta definición con finos detalles y colores que le aportan un nivel de realismo avanzado, de la empresa Imocom.
Otro, también de esta firma, es el escáner 3D, que funciona por medio de una tecnología llamada estructuración de luz, con la cual se digitalizan objetos para tener diseños con medidas exactas.
Esta marca nacional cuenta además con dos brazos robotizados. El primero facilita el proceso de soldadura en productos metalmecánicos, desde sillas convencionales hasta el ensamble de piezas en vehículos. El segundo es empleado para el tallado a escala de rostros humanos en materiales plásticos.
La tercera innovación pertenece a la empresa Génesis Group Colombia S. A. S., la cual desarrolló un sistema de calentamiento catalítico por irradiación.
Ellos realizan el diseño de sistemas para altas y bajas temperaturas en las industrias de plásticos, alimentos, avícola y lácteas. La tecnología genera un ahorro de tiempo y energía mensual de entre el 45 y el 60 por ciento. Además, utilizan láminas de metal que contribuyen a la preservación del medioambiente.
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