Los principales fabricantes de carros se alían con las empresas que les suministran componentes y los grandes concesionarios para plantarse ante las amenazas de Donald Trump de retirarse de acuerdo de libre cambio con México y Canadá.
Le dicen al presidente de Estados Unidos que funciona y le advierten de las consecuencias desastrosas que tendría un eventual abandono.
La coalición, bautizada como Driving American Jobs, incluye a asociaciones que representan los intereses de General Motors, Ford Motor, Toyota, Volks-wagen y Hyundai, entre otros fabricantes.
La campaña que tienen en marcha no va dirigida solo a convencer a la Casa Blanca, también busca movilizar a los electores en localidades que son cruciales para la producción de automóviles.
“Estamos ganando con el Nafta”, se puede leer en el portal del grupo de presión. Le piden a Washington que no cambie las reglas de juego justo cuando el sector se recuperó plenamente del golpe de la Gran Recesión, que forzó a drásticas reestructuraciones en el negocio.
El acuerdo de libre cambio permitió a toda la industria integrar sus cadenas de montaje por los tres países. La cuarta ronda de negociaciones, celebrada en Washington, puso en evidencia, sin embargo, las enormes diferencias que hay en cuestiones claves como la automoción. Trump propuso un cambio en las reglas de origen que se aplican al comercio de carros, el cual establece los niveles de contenido regional que se requieren en los vehículos para poder cruzar las fronteras sin aranceles.
Industria advierte a Trump que el abandono del tratado costaría 50.000 puestos de trabajo.
El TLCAN establece que el 62,5 por ciento de los componentes de los vehículos que circulan libremente por la zona tiene que provenir de Norteamérica. EE . UU. plantea elevarlo al 85 por ciento y precisa además que el 50 por ciento del contenido debe ser hecho en EE. UU. Además, añade una lista de trazabilidad incluye materiales como el acero, el aluminio, compuestos plásticos y otros componentes esenciales.
México y Canadá lo consideraron inaceptable. También los fabricantes, que se suman así a la US Chamber of Commerce y otros grandes grupos industriales que advierten que la retirada afectará el empleo en el sector. “Nos preocupa el tono de las negociaciones”, señalan desde la coalición. Recuerdan que la zona de libre cambio genera 1,2 billones anuales en intercambios.
El sector de la automoción y la industria auxiliar anunciaron este año inversiones por 9.500 millones de dólares, que, según la coalición, estarían a riesgo si se desmantela el TLCAN. El equipo negociador de Trump defiende también que se introduzca una cláusula de extinción del acuerdo. La Cámara de Comercio de EE. UU. ve la doble propuesta como un intento de sabotaje de la negociación.
Si el tratado se disuelve, los fabricantes estarán expuestos a tarifas aduaneras que reducirían la rentabilidad, y eso tendrá un efecto también en el precio de los vehículos. Trump decía el domingo pasado en una entrevista con la cadena conservadora FOX News que espera que el acuerdo sea renegociado. Pero dejó claro en su defensa que no va a dejarse zarandear más como en el pasado.
“El impacto de la retirada completa será desastroso para la industria, para los empleados y para la economía”, enfatizan los miembros de la coalición. La industria admite que el TLCAN debe modernizarse después de 23 años, para adaptarlo a la nueva realidad. Pero pide que se haga con cuidado para no crear distorsiones. El año pasado se fabricaron 12,2 millones de autos en EE. UU.
Un estudio de la asociación que representa a los fabricantes de equipamiento para automóviles anticipa que podrían perderse 50.000 empleos si EE. UU opta por apartarse del TLCAN. El cálculo lo hacen a partir de un arancel del 35 por ciento en los componentes que se destinan a las plantas de montaje en México y Canadá. Si las reglas de origen son más estrictas, se perderían 25.000 empleos. La estrategia de Trump, sin embargo, es para evitar que los fabricantes trasladen su producción a México y otros países con mano de obra barata.
SANDRO POZZI
Ediciones EL PAÍS, SL 2017
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