La búsqueda de petróleo en el país sigue rezagada y prueba de esto está en que el número de taladros en operación se redujo en un 68 por ciento a agosto, al pasar de 76 a solo 24.
Las cifras las proporciona la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios Petroleros (Campetrol), la cual advierte que al cierre del octavo mes del año se encontraban en el país un total de 254 taladros petroleros, 8 más que en igual mes del 2015.
También señaló que los taladros ‘no operados’ aumentaron un 41 por ciento en ese mismo periodo a 192, pero se redujeron 1,5 por ciento entre julio y agosto del presente año.
Los datos se conocen en momentos en que hay gran expectativa por el acuerdo al que lleguen los 14 miembros de la Organización de Países Productores de Petróleo (Opep) en la cumbre que se celebra desde ayer en Argelia.
El sector de hidrocarburos en el país aboga para que la fórmula escogida sea la más indicada para recuperar la estabilidad en la industria y así frenar la caída en los ingresos petroleros.
“Todos los países (miembros Opep) coincidimos en que la situación no es sostenible, y se debe hallar una fórmula que beneficie a todos”, señaló Nouredinne Bourtefa, ministro de Energía de Argelia.
En el país, el gremio afirma que lo que defina la Opep determinará en buena medida el futuro de la actividad petrolera.
“Colombia ha sido de los países que se vieron seriamente lastimados por la caída de los precios”, afirma el presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), Francisco José Lloreda Mera, al precisar que “independiente de la decisión que se tome en la cumbre, el desafío para la actividad petrolera es mayor y ser competitivos sin importar los precios internacionales”.
Agrega el presidente de la ACP que la crisis de precios ha generado incertidumbre y es importante que se entienda que fruto de esa crisis hay reacomodo de los jugadores.
“La industria busca salir fortalecida para seguir contribuyendo al desarrollo económico de Colombia y para seguir aportando a la calidad de vida de las personas”, dice Lloreda Mera.
Para analistas consultados, el problema de la crisis en el mercado del crudo radica en que existe un desequilibrio neto entre la oferta y la demanda, así como la de posturas radicales por mantener el liderazgo en el mercado.
“La intención de la Opep es buena, pero mientras persista el cruce de posiciones, el mercado mundial seguirá contraído, y muchos países, como Colombia, tendrán una desaceleración en su actividad petrolera”, señala Juan Pablo Espinoza, gerente de Investigaciones Económicas del Grupo Bancolombia.
Precisa que si la Opep concreta una fórmula la actividad en Colombia, no se estabilizará de inmediato y, por el contrario, las soluciones se verán a mediano y largo plazos.
“Con capital, las empresas petroleras comenzarían a dinamizar la actividad en Colombia, pero si el barril de petróleo no supera los 50 dólares no se generarían los recursos suficientes en el corto plazo para comenzar las labores de extracción o reactivación de pozos”, dice Espinoza.
Según Mohamed Barkindo, secretario general de la Opep, se necesitan inversiones por cerca de 10 billones de dólares hasta el 2040 para responder a un consumo mundial evaluado en 94.000 millones de barriles al día.
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