Luego de afirmar que el bajo nivel de confianza en la economía –por especulaciones respecto a un cambio de modelo y el desempleo, entre otros– es el principal factor que tiene reprimido el consumo, las cámaras de comercio del país piden un pacto en el que el sector privado se convierta en garante para que esta no se utilice con fines políticos.
Así lo afirma en entrevista con EL TIEMPO Julián Domínguez Rivera, presidente de la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio (Confecámaras), entidad que agremia y representa a las 57 entidades del sector.
¿Qué temas destaca del 54 Congreso de Confecámaras, que se inicia mañana en Cartagena?
Para un año donde la desaceleración se ha producido por cuenta de la caída de los precios del petróleo, de las dificultades de demanda y la inversión, lo que queremos es apelar a cuáles son los desafíos para impulsar el crecimiento y darles continuidad a los propósitos que desde hace muchos años venimos trabajando de lograr diversificar los mercados y de procurar que los empresarios puedan hacer innovación y emprendimiento.
¿Cómo articulan los temas del posconflicto y el debate electoral en la agenda del evento?
Este año también queremos sacar el corcho de la coyuntura y hacer una apelación a un gran pacto por la economía, que evite que la polarización y la división nos hagan daño.
Poner al país por encima de todo, de corrientes políticas o ideológicas.
Y que sea el sector privado el garante de que esto ocurra.
¿Quiénes están especulando con la economía para lograr fines políticos?
Más que señalar entidades, lo importante es evitar que el tema de la paz siga polarizando. Después de tantos años de guerra llegar a un acuerdo genera ruido, pero es importante entender que es el mejor que se pudo conseguir, incluso que los acuerdos que se lograron en Irlanda y Sudáfrica. También, que es un hecho y que hay que seguir adelante.
En lo relacionado con la disminución de informalidad, ¿qué trabajo realizan?
Seguimos apostándoles a los programas de brigadas y rutas por la formalidad.
Sin embargo, hemos afinado las formas de llegar a sectores que tengan valor agregado, porque la formalización indiscriminada puede ser útil, pero la reincidencia es alta.
Estamos buscando sectores que efectivamente agreguen valor a la actividad económica, focalizando las compañías que se convocan, se sensibilizan y se incorporan a la formalidad.
Esas estrategias han dado buen resultado, pues hay 130.000 unidades productivas sensibilizadas y 25.000 formalizadas en el último año. La flexibilidad también ha contribuido a quitarle peso.
ROLANDO LOZANO GARZÓN
Redacción de Economía y Negocios
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