Hacer cábalas sobre un mercado tan activo y volátil como el cambiario no es fácil, incluso para quienes se mueven a diario en ese terreno, lo que quizás hace que las proyecciones, la mayoría de las veces, guarden sus distancias.
Las puntas para este año están bien distantes, pues mientras unos estiman que para el cierre del 2017 el precio de la divisa estadounidense rondará los 2.850 pesos, otros calculan que puede estar, incluso, sobre un máximo de 3.300 pesos.
Sin embargo, el consenso del mercado ve una divisa entre los 2.890-2.990 pesos, que si bien es muy similar al promedio que se ha observado en lo corrido del año, no es un costo tan bajo como el que muchos quisieran tener.
Juan Carlos Cendales, de Credicorp Capital, es de los que piensan que el tema del petróleo es algo más de naturaleza geopolítica que se solucionará (se reducirá la oferta de los grandes productores) y esto hará que los precios del crudo retornen por encima de los 50 dólares el barril.
Por eso, señala que han identificado un rango de negociación de compra de 2.850 pesos y uno de venta de 3.080 y 3.100 pesos. “En este momento mantenemos nuestra perspectiva de que no va a cambiar nada en ese rango en el que nos hemos movido en los últimos dos años”, dice.
Juan Pablo Espinosa, del Grupo Bancolombia, comenta, por su parte, que pese a los cambios que se han dado en las últimas semanas, su equipo no ha hecho cambios en las proyecciones del cierre de año en materia cambiaria y se mantienen en una tasa de 2.980 pesos por dólar al finalizar el presente año.
“Desde finales de mayo hasta hoy el petróleo ha registrado una caída de casi 10 dólares por barril, es un ajuste muy fuerte, de pronto se había perdido un poco esa correlación entre petróleo y tasa de cambio, pero con una tendencia tan marcada de caída se ha vuelto a incrementar esa correlación, por lo que no se puede perder de vista el rumbo que sin duda afecta la tasa de cambio en Colombia y otras economías de la región”, dice.
Para Juan David Ballén, de Casa de Bolsa, lo que ha sucedido en las últimas semanas, sobre todo, desde el punto de vista fiscal, no favorece mucho al país.
“Un aumento del déficit fiscal este año, como se plantea en el Marco Fiscal, que pasará del 3,3 al 3,6 por ciento de PIB y del 2,7 al 3,1 por ciento en el 2018, no sería bien visto por parte de las agencias calificadoras las cuales ya venían advirtiendo que la Nación debía moderar el ritmo de endeudamiento”, sostiene el analista.
Agrega que esperan que en materia cambiaria cierre el año alrededor de los 3.300 pesos y, de esta forma, cualquier descenso es una oportunidad de compra.
ECONOMÍA Y NEGOCIOS
Comentar