Hace más de tres años viajar en automóvil de Bogotá a la costa Caribe podía durar unas 18 horas en promedio. El transporte de carga tardaba 20 horas o más.
Hoy, un recorrido de más de 1.114 kilómetros a un destino como Cartagena puede durar de 11 a 14 horas en automóvil (según paradas) y unas 16 o 14 horas en tractomula.
La disminución de los tiempos es producto de la transformación vial. Los conductores pueden hoy transitar largos trayectos con dobles calzadas, autopistas ampliadas o mejoradas y mantenidas por concesionarios. Es parte del revolcón de la infraestructura liderado por la Nación desde la Vicepresidencia de la República
Para el presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), Luis Fernando Andrade, ahora se puede transitar más rápido y mejor porque en tres años se han puesto al servicio en el país más de 763 km de nuevas calzadas. “A comienzos del Gobierno solo había 800 km, casi la cifra que hemos entregado en tres años”.
Es el efecto de contar con mayores recursos y participación de los privados. En el 2013, las inversiones anuales a través de la ANI y concesiones de carreteras llegaron a 2,8 billones de pesos. En el 2015 subieron a 3,8 billones y este año sumarán unos 5 billones.
Son dineros que ya se ven en mejores vías. Por ejemplo, los 169 km de Bogotá a Tunja están todos con doble calzada.
Si se sale de Medellín en dirección a Bogotá, la segunda nueva calzada se extendió a Santuario. Antes solo había hasta Marinilla.
Las nuevas calzadas se han construido en corredores estratégicos, para agilizar el transporte de carga a los puertos. El carro particular también se beneficia.
Hoy, desde puntos como la capital colombiana a Barranquilla se llega más rápido por las rutas del Sol en 12 o 14 horas.
Entre Bogotá y Villeta, todos los 81,63 km de autopista se avanzan por doble calzada. Igual sucede con 60 km de Guaduas a Puerto Salgar (Ruta del Sol 1).
De Puerto Salgar a San Roque, la concesionaria Ruta del Sol 2 ha puesto en servicio 202 km de doble calzada. Y de este punto a Ye de la Ciénaga (Ruta del Sol 3), la concesión Yuma tiene en operación otros 29 km.
Son vías tan amplias y rápidas que los conductores exceden peligrosamente la velocidad: ruedan hasta a 200 km por hora, cuando deben ir máximo a 80 km por hora. Esto viene ocasionando accidentes, dijeron los concesionarios. Otra causa es que los conductores –especialmente del transporte de carga– se quedan dormidos en tramos rectos.
Otra gran troncal como la de Bogotá a Buenaventura, por donde sale principalmente la carga de exportación del país, tiene también largos trayectos con dobles calzadas, que arrancan entre Bogotá y Girardot. Este tramo se alista para que en un año inicien las obras del tercer carril.
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De Girardot a Ibagué, con lo ejecutado por el concesionario San Rafael, la vía quedó de doble calzada con avance rápido. Entre Ibagué y Cajamarca, la concesión Gica construye la doble calzada. Por estas obras empezaron en un tramo cierres autorizados en la mañana (de 9 a 10:30) y en la tarde (de 3 a 4:30), de 10 minutos cada jornada.
El cuello de botella sigue en el paso por el alto de La Línea. Luego se avanza con gran movilidad en el resto del corredor hasta Cali. De aquí a Buenaventura hay obras, y por estas, entre Loboguerrero y Cisneros, hay restricción al tránsito.
En otras palabras, hay ‘megautopistas’ para transitar, pero con precaución. Las autoridades recomiendan que por esta época del año es mejor madrugar para viajar por carretera y no ayudar al trancón.
EL TIEMPO
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