Enero, a punto de terminar, tuvo una semana clave para el sector edificador, la del 15 al 19, en la cual el Dane publicó tres de los principales indicadores con cifras consolidadas de gran parte del año pasado: costos de la construcción de vivienda, producción y despachos de concreto, y licencias. El primero registró un alza de 4,77 por ciento en el 2017 frente al 2016, resultado, entre otras razones, del aumento de 5,94 por ciento en lo que se le pagó a la mano de obra. En ese mismo informe, una vez más Armenia fue la ciudad en la que resultó más costoso desarrollar oferta residencial.
Otro hallazgo fue el de la producción de concreto, que en el año corrido a noviembre cayó 10,5 por ciento respecto al mismo periodo del 2016. La caída se presentó, principalmente, por la variación de -23,2 por ciento en lo que demandaron los constructores de edificaciones diferentes a las residenciales. Lo mismo sucedió con los pedidos para obras civiles, que reportaron una disminución de 6,4 por ciento, mientras que la demanda del insumo para la ejecución de vivienda cayó 1,2. El tercer reporte fue el del área aprobada para construcción, que, en línea con los dos primeros, disminuyó 4,6 por ciento en el 2017 frente al 2016. En el caso de la vivienda, el área avalada bajó 2,7 por ciento y, por tipo de oferta, la social cayó 10,7 por ciento. Sin embargo, los estratos medio y alto –que en gran parte del 2017 estuvieron de capa caída– no reportaron ninguna variación; es decir, por lo menos se revirtió el dato negativo. Tras evaluar esas cifras en la semana del 15 al 19 de enero, consulté a algunos representantes del sector, quienes no expresaron mayor sorpresa por lo sucedido: “Lo preveíamos y estamos seguros de que en el 2018, sobre todo en el segundo semestre, pasaremos de menos a más”, dijeron. En este punto, vale retomar unas cifras del gremio constructor, Camacol, que dan cuenta del optimismo para este año: las ventas de vivienda social crecerán 10,2 por ciento, y la oferta de estratos medio y alto, 15 y 1,3 por ciento, respectivamente.
GABRIEL E. FLÓREZ G.
Coordinador editorial Vivienda