El petróleo vivió este martes una jornada de tregua tras un mes de subidas casi constantes. La cotización del barril de Brent, el de referencia en Europa, cayó un 0,46 por ciento, hasta los 58,5 dólares. Pese a la caída de ayer, desde el pasado 30 de agosto no ha dejado de subir casi cada día, alcanzando niveles desconocidos desde julio de 2015.
Fue entonces, hace más de dos años, cuando tocó los 60 dólares por última vez. El referéndum de independencia del Kurdistán iraquí, celebrado el lunes, ha sido el último impulso para la materia prima, por el impacto que tendría en el mercado la autodeterminación de esta región rica en crudo. Una posible extensión de los límites a la producción por el lado de la oferta y una mayor demanda por el buen momento económico contribuyen a la escalada.
El pasado 30 de agosto, el barril de crudo Brent se pagaba a 50,86 dólares. El martes por la noche se movió en el entorno de los 58,5, tras haber rozado los 60 por la mañana. En menos de un mes, la escalada es superior al 15 por ciento. Hace apenas tres meses, el 21 de junio, se registraba el mínimo anual, 44,82 dólares. Desde entonces, la subida es de más del 30 por ciento.
12 % la producción petrolera de Irak se extrae en el Kurdistán iraquí. El referéndum sobre la independencia de esa región ayudó a subir al petróleo
“Todos los factores, tanto desde la oferta como de la demanda, están a favor, vienen de cola” para un encarecimiento, explicó Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4. Por el lado de la demanda, la analista cita el ciclo económico alcista. “Tanto la Opep como la Agencia Internacional de la Energía han revisado al alza sus previsiones de demanda porque el crecimiento económico se aprecia en todas las regiones”, afirmó.
Por el lado de la oferta, según Aguirre, se juntan varios factores. El último, citado por varios analistas, fue el referéndum de independencia del Kurdistán iraquí, celebrado el lunes. Sin conocer el resultado, el Brent subió este lunes cerca de un 4 por ciento.
La razón es la férrea oposición turca a la independencia de la región, que concentra cerca del 12 por ciento de la producción iraquí. De hecho, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, amenazó ayer con “cerrar las válvulas” del oleoducto por el que sale gran parte de la producción de crudo de la región, entre 500.000 y 600.000 barriles al día. El bloqueo de las exportaciones kurdas conllevaría un recorte de la oferta, lo que tira del precio del crudo, explica Aguirre.
A este hipotético recorte se une otro real, el acordado en noviembre de 2016 por los países productores, tanto de la Opep como externos. Entonces decidieron reducir la producción a 1,8 millones de barriles diarios, hasta alrededor de 32 millones, para lograr un aumento de precio.
La decisión, prorrogada en julio hasta marzo de 2018, empieza a dar frutos, pues los implicados “han aumentado el grado de cumplimiento”, explica Aguirre.
Es más, en la última reunión del comité de seguimiento del acuerdo, el pasado viernes, se dieron muestras de que, en caso necesario, se prorrogaría e incluso profundizaría el ajuste a lo largo de 2018.
JAVIER SALVATIERRA
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