sum: Los ´tips´ de la Cámara de Comercio de Barranquilla (CCB) para afrontar negocios en la nueva economía.
La mejor actitud para enfrentar un mundo de negocios volátil, incierto, complejo y ambiguo, es abandonar el pasado y administrar el presente.
Así lo consideró la presidenta de la Cámara de Cámara de Comercio de Barranquilla (CCB), María José Vengoechea Devis, al instalar el miércoles la tercera versión de Caribe Biz Forum, que se realiza en esta ciudad.
Se trata de un sistema conocido por sus siglas en inglés como Vuca, que se basa en la modificación de las estructuras actuales y asegurar la supervivencia de las compañías y los pequeños negocios.
La ejecutiva agregó que se deben capitalizar herramientas y metodologías tecnológicas relevantes, como el big data, analítica emocional, la computación en la nube, el neuromarketing y la etnografía de los negocios.
“Una de las fallas es pensar que debido a que ya se tiene una marca reconocible, los consumidores potenciales estarán impresionados cuando los productos estén disponibles en un nuevo mercado”, explicó la ejecutiva.
Por ello, estimó que las compañías no pueden basarse únicamente en datos macroeconómicos y métodos de investigación cuantitativos tradicionales, como las encuestas y la segmentación de mercados, para determinar las necesidades de los consumidores.
“Hay que ahondar en la relación entre la marca y los clientes, aplicando la herramienta de la etnografía de los negocios. No se puede dedicar tanto tiempo al análisis de información, es mejor observar, probar, ajustar y volver a observar cómo interactúan los clientes con los productos”, planteó.
Otra sugerencia que hizo fue el diseño de productos para que impulsen el crecimiento de las marcas.
“Hay que invertir en el diseño de experiencias de usuarios más cohesivas y sofisticadas”, afirmó.
Entre las maneras de sorprender a los clientes considera que está el neuromarketing, que permite repensar las estrategias de mercadeo y las emociones en el momento de compra del producto.
“Es importante inspirarse en necesidades reales del uso de herramientas como los mapas de empatía con el fin de brindar a los empresarios productos y servicios hechos a la medida de sus necesidades y expectativas”, aseveró.
Según la directiva, la mayoría de los empresarios no saben cómo se sienten las personas en tiempo real y el hecho de conocer las emociones de estos en momentos de consumo, les permite abrir posibilidades de servicio.
“Si queremos saber quién es el cliente, no solo se trata de entender la identidad de esa persona, sino de saber qué les importa y cuál es su estado de ánimo en un momento particular”, afirmó.
En su opinión, la gestión reactiva y adversa al riesgo, debe ser remplazada por un emprendimiento permanente.
De acuerdo, con Vengoechea, el mando y control deben ser remplazados por capacitación creativa, y la predictibilidad por la agilidad.
No obstante, considera que los emprendimientos deben diferenciarse porque sino las posibilidades de fracaso son altas.
“Los datos y los análisis deben evolucionar hacia la síntesis. Es decir la información voluminosa debe ser remplazada por la velocidad y la fluidez”, plantea.
La CCB nació hace 101 años, cuando el entonces gobernador el departamento del Atlántico, Abel Carbonell, convocó a los empresarios a la plaza, para crear la institución.
Sin embargo, le dio vida un decreto, expedido un año antes, en 1915, por el presidente de la república de la época, José Vicente Concha y el ministro de Agricultura y Comercio Benjamín Herrera.
Como hace 10 décadas, este tipo de instituciones las constituyen las empresas y comerciantes, pero requieren un decreto que les de vida jurídica.
Además, la CCB nació en la coyuntura de la I Guerra Mundial, ante la necesidad de establecer estrategias frente al desabastecimiento y el ritmo de crecimiento acelerado que comenzaba a en esa época en la ciudad.
Y desde ese momento se han creado en la ciudad empresas emblemáticas como Promigás, Cervecería Águila, Supertiendas y Droguerías Olímpica, Avianca y Cementos Caribe.
La ciudad también se convirtió en impulso para la creación de firmas, entre otros, de inmigrantes sirios y libaneses.
El empresario Julio Mario Santo Domingo (fallecido) se movía como pez en el agua en los centros de negocios internacionales, pero sus empresas echaron raíces desde La Arenosa hacia otras ciudades colombianas y del exterior.
Otro líder destacado fue Ricardo Char Zaslawy, quien compró el Almacén Olímpico y que sus hijos convirtieron en los 60 en Droguería Olímpica, y hoy es Supertiendas y Droguerías Olímpica, que es una de las 3 cadenas de grandes superficies más grandes de Colombia.
ROLANDO LOZANO*
*POR INVITACIÓN DE LA CÁMARA DE COMERCIO DE BARRANQUILLA.
Comentar