Cada año Latinoamérica pierde entre 0,9 y 2 por ciento de su producto interno bruto (PIB) por culpa del contrabando, lo que de paso tiene efectos negativos en las políticas de salud pública y el recaudo de impuestos en los países de la región.
Solo en Colombia esa actividad ilegal, que golpea con fuerza a sectores de la economía como los licores, cigarrillos, textiles, metalmecánico, software, calzado, alimentos y cosméticos, le representó al país una pérdida de 6.000 millones de dólares, lo que equivale a un 10 por ciento del total de las importaciones legales, según cifras de la Dirección de Impuestos y Aduanas (Dian).
Esa situación hace que Colombia figure como el tercer país de Latinoamérica, entre un grupo de 16, con mayor contrabando, solo en materia de marcas de cigarrillos y el quinto con más pérdidas en recaudo tributario, con un promedio anual de 108.000 millones de pesos, de acuerdo con un estudio de Project Frost.
Si no existiera el contrabando en el país, el PIB sería 4,6 por ciento mayor, habría más de 148.000 empleos adicionales, en tanto el valor agregado de la industria aumentaría 14,1 por ciento, según estimaciones de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi).
Por eso, empresarios, gremios y gobiernos de los distintos países de la región han decidido cerrarle las puertas a este flagelo a través de la implementación de políticas que van desde la cooperación pública y privada, la armonización normativa y el fomento de una cultura de respeto por la compra legal.
Estos grandes temas hacen parte de la agenda de discusión que tendrá el Segundo Encuentro de la Lucha Anticontrabando, organizado por la Alianza Latinoamericana contra el Contrabando (Alac), que se lleva a cabo entre hoy y mañana en Santiago de Chile.
(Además: Incautan más de 5.000 artículos de contrabando en Cúcuta)
En el marco de este certamen, en el que participan más de 30 agremiaciones empresariales de 16 países, se debatirá, además, la creación de un observatorio regional sobre el contrabando, herramienta fundamental para contribuir a la creación de políticas públicas y acciones privadas contra el comercio ilegal, entre otros.
“El contrabando es un problema que afecta a América Latina, por eso estamos uniendo el esfuerzo de todos los países para enfrentar ese flagelo que repercute en nuestras empresas y el empleo. Sin duda, se está alcanzando un consenso alrededor de esta situación”, sostiene Bruce Mac Master, presidente de la Andi.
CARLOS ARTURO GARCÍA M.
Enviado especial
*Por invitación de la Andi