La reforma tributaria, que promete subir el IVA a 19 %, crea el monotributo para pequeños comerciantes y peluquerías con ingresos promedio mensuales de $ 2'479.417, pone a declarar renta a los asalariados que ganan desde $ 2'750.000, incrementa el costo de las bebidas azucaradas en $ 300 por cada litro, adiciona $ 2.100 de impuesto por cada cajetilla de 20 cigarrillos y agrega más impuestos a las emisiones, lo cual impactará directamente el costo de los combustibles, no es nada alentadora para el bolsillo de los colombianos.
La promesa, o mejor la excusa, principal del Gobierno es que necesita cubrir el hueco fiscal que dejó la crisis del petróleo y por ello no hay ni esperanzas de educación gratuita o mejoras significativas en los servicios de salud, como en otros países donde se tributa, pero los resultados se ven en beneficios para la población.
En algunos puntos, se intenta incluir beneficios, como es el caso del monotributo, aunque el aporte para la protección en la vejez (BEPS) por cada pago es de solo $ 59.506 a $ 119.012, dependiendo la categoría en la que se encuentre el comerciante y el restante $4 16.542 a $ 833.084 que deberá pagar, son para el impuesto como tal. De otro lado, se supone que el impuesto a las bebidas azucaradas y el cigarrillo son recaudos que se direccionarán a la financiación de la salud, aunque esperemos que sirva para que la gente se cuide más (aunque sea para proteger su bolsillo) y se enferme menos.
Si ya le dolía el bolsillo por el alto costo de los productos en el supermercado o en la tienda de la esquina, prepárese, pues los incrementos esperados en los artículos de higiene serán superiores al IVA propuesto y de seguro que la canasta familiar, aunque no estará gravada, se incrementará también, pues ahora los pequeños comerciantes con ingresos promedio mensuales desde $ 2'479.417 tendrán que pagar un “monotributo” y por supuesto, ese dinero saldrá del bolsillo de sus clientes.
Para lograr sobrevivir a esta hecatombe económica producida por la pérdida en el poder adquisitivo de las familias, aquí un par de consejos que pueden ser de utilidad:
Al asignar el presupuesto a alimentación e higiene, compare precios, visite plazas de mercado o compre marcas propias de los supermercados.
Verifique el precio de las frutas que se encuentren en temporada y de seguro que por $ 3.900 o $ 4.760, que es el valor de una gaseosa de 2,5 litros, podrá conseguir suficiente para hacer mucho más que esa misma cantidad de líquido en jugo. Mientras tanto, estará cuidando la salud de su familia.
Pague en efectivo, pues existe un factor psicológico que hace que se gaste más cuando se paga con tarjeta. Además, evitará pagar el costo de los intereses. Recuerde, es un mito aquello de que ningún banco cobra intereses si la compra es a un mes, algunos sí lo hacen y es mejor que se informe al respecto.
Evite cargar la tarjeta de crédito y déjela en un lugar seguro. Esto le ayudará a evitar gastos innecesarios. Planee cada compra, cotice en diferentes lugares y asegúrese de que sea necesaria para su bienestar o el de su familia.
Utilice cupones de descuento, siempre que le sea posible. Búsquelos en el directorio telefónico, en el periódico o en Internet.
Con el carro también puede ahorrar. Comparta el vehículo con sus compañeros de trabajo o vecinos. Mantenga las llantas con buena presión para disminuir el consumo de combustible y evite prender el aire acondicionado. En lo posible, evite hacer cambios notables en la aceleración, eso también le ayudará a ahorrar gasolina.
Si tiene espacio en su casa, evalué la alternativa de alquilar una habitación que puede proporcionar ingresos mensuales importantes para la economía de la familia; otra opción es arrendar un parqueadero e incluso el depósito.
Disminuya el pago de las facturas de agua y energía. Para esto, cambie los bombillos por aquellos que sean de bajo consumo; utilice la lavadora a plena carga y póngala a funcionar con agua fría; cocine con gas, pero si no cuenta con esta opción, prefiera utilizar la olla a presión que es más eficiente en el consumo; revise el control de temperatura de la nevera y póngala a funcionar en un nivel mínimo; evite planchar toda la ropa, pues una buena parte de esta no requiere ser alisada o planche en una sola tanda todo lo que necesite; desenchufe los cargadores de los aparatos eléctricos una vez la carga finalice; no deje luces o electrodomésticos encendidos si nadie los utiliza; y por último, acostumbre a su familia a no cepillarse o enjabonar los platos con el grifo abierto.
Elimine los vicios como el cigarrillo, no solo verá rendir más su dinero, sino que los beneficios se extenderán a una mejor salud.
Aplicando todas o por lo menos la mayoría de estos consejos obtendrá ahorros significativos, ayudará al medioambiente y beneficiará su salud.
Ante las dificultades, o salimos a marchar u organizamos lo mejor posible el presupuesto familiar. Ante esta situación económica que se nos viene no hay otra salida.
MARÍA TERESA MACÍAS JOVEN
Docente del programa en Economía y Finanzas Internacionales
Universidad de La Sabana
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