El Magdalena Medio es el escenario donde la Corporación Clúster ONG echó sus raíces, y ahora trabaja para que la materia prima producida en esta parte de Colombia pueda ser exportada, con valor agregado.
El derrumbe de precios en la industria petrolera fue el detonante que impulsó al ingeniero industrial Alfredo Benavides a seleccionar a Barrancabermeja y crear allí la Corporación Clúster ONG, entidad que tiene como tarea agrupar a la industria, contratistas y empresas relacionadas con una misma labor productiva en la región.
Así, con el apoyo de Findeter, los gobiernos locales, la Cámara Colombo Alemana y la Academia, la Corporación ya tiene agrupadas a 150 empresas de distintos sectores en su organización, quienes identificaron que esta es la única forma de crear bloques comerciales que les permitan escalar escenarios comerciales locales e internacionales donde puedan ser protagonistas competitivos.
Por ello, el Magdalena Medio será el eje central de la propuesta país, conocida como ‘Diamante Caribe y Santanderes’.
Se trata de crear los clústeres de energía renovable, industria agropecuaria y agronegocios y logística portuaria y fluvial por el río Magdalena.
“El clúster de energía lo vamos a impulsar con minicentrales de energía solar."
“En Santander tenemos la mayor luminosidad para generar megavatios de energía, por eso estamos pensando en un parque solar fotovoltaico, para venderle a la red nacional y empezar a bajar el costo de la energía a las empresas petroleras de la región, como Ecopetrol, Mansarovar y Occidental Petroleum”, dice Benavides.
Recalca que un parque solar de una hectárea puede producir un megavatio de energía, mientras que un vatio puede costar hoy algo más de 250 pesos; con un sistema renovable, ese precio se reduciría en 30 por ciento.
“La idea es que los sectores de agronegocios y agroindustria utilicen también la energía renovable.
“También estamos impulsando que los productores de la región sumen un valor agregado al cultivo de piña, haciéndole deshidratación con energía solar para lograr estándares internacionales de calidad e incrementar su valor, ya que hoy el mercado paga una cifra irrisoria”, indica Benavides.
Las hectáreas más productivas del país están en esta región, donde confluyen cinco departamentos a lado y lado del río Magdalena, y allí se impulsarán los cultivos de piña y cacao, productos que el Gobierno ha calificado como “los cultivos del posconflicto”.
El propósito de los clústeres es corregir el error de exportar materias primas sin transformación, sin valor agregado. Para ello, se va a crear una ‘holding’ o grupo empresarial que los agrupará.
“Allí estarán los campesinos y el vendedor de las semillas, los compradores y el sector logístico que transportará el producto. Para ello se encadenará con el clúster fluvial y así se reducirá el costo que se paga por mover un contenedor frío hasta el puerto de Barranquilla”, concluyó Alfredo Benavides.
REDACCIÓN EL TIEMPO