Tras la baja en el crecimiento de la economía, al 2 por ciento en el segundo trimestre y sin conocerse todavía los datos de la producción industrial de julio, que bajó 6,2 por ciento, desde el 31 de agosto, la Junta Directiva del Banco de la República ya tenía una menor expectativa de crecimiento para el 2016.
En las minutas de esa reunión quedó consignado que la caída en la producción de café y de petróleo, la menor demanda de energía en julio y la variación del Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo trimestre muestran que es muy probable que el PIB del año esté por debajo del 2,25 por ciento.
Incluso, en el grupo mayoritario, que votó por dejar quieta la tasa de intervención en 7,75 por ciento, uno de los miembros señaló el riesgo que existe de una desaceleración más rápida que lo esperado.
Ante ello, dicho miembro de la junta indicó que, si ese escenario se concreta, se debería pensar en una eventual reducción de la tasa. No obstante, según las minutas, esto dependerá de lo que suceda con las expectativas de inflación.
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