Cooperar con la justicia le ha permitido a Kimberly ahorrarse 171.000 millones de pesos en multas, con los descuentos previstos en la Ley 1340 del 2009 y el Decreto 2896 del 2010. En estas leyes se establece que quien acepte la culpa y delate a sus supuestos cómplices en actos de cartelización empresarial, puede ver rebajada su pena económica hasta en el 100 por ciento para el primero, en 50 por ciento para el segundo y 30 para el tercero.
La empresa Colombiana Kimberly (Colpapel), filial en el país de la estadounidense Kimberly Clark, una de las productoras de papeles más grandes del mundo, hizo su negocio de oportunidad también con el caso de la cartelización. Primero, logró pagar solo 138.000 millones de pesos, en vez de los 207.000 millones que valía su sanción. El sábado pasado sumó una nueva cifra de descuento, por 43.000 millones de pesos. (Lea también: Los correos que revelaron la existencia del 'cartel' de los cuadernos)
¿Pero en qué momento entró Kimberly a su papel de delator?La compañía, que registra en el mercado local ventas anuales por cerca de un billón de pesos, fue la mejor librada de las investigaciones que acaba de finiquitar la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) por acuerdos de precios en los sectores de papel higiénico y pañales desechables para bebé.
En el primer caso, la SIC sancionó con 185.000 millones de pesos a 4 empresas y a 21 personas, aunque con las reducciones los castigos monetarios se redujeron a 115.000 millones de pesos.
Y, en el segundo lío, la SIC multó a tres compañías y 16 empleados con 209.000 millones de pesos, aunque con las rebajas solo ingresarán al fisco nacional 105.000 millones de pesos. (Además: Tres fabricantes de cuadernos habrían creado cartel para fijar precios)
Dichas firmas y las personas naturales sancionadas habían fijado amañadamente los precios para afectar al consumidor y crear una situación de no competencia, que no movió los precios por la ley de la oferta y la demanda sino que los estabilizó y les permitió conocer de antemano el margen de rentabilidad.
El mercado de pañales genera ingresos por cerca de 600.000 millones de pesos al año, y Tecnoquímicas, Familia y Kimberly tienen una participación sumada del 85 por ciento. Por ello, sus acuerdos alteraron el mercado.
En el lío del papel higiénico, además de Kimberly se benefició a Productos Familia y a Papeles de Risaralda, pues la secundaron en la colaboración con las autoridades.
En el caso del cartel del papel higiénico, Colombiana Kimberly Colpapel fue exonerada del 100 por ciento de la sanción por la condición de primer delator. (También: Con multa al 'cartel' de cuadernos van $ 208.000 millones en sanciones).
Igualmente, fue primer delator en el cartel de los pañales desechables para bebé, cuyo fallo emitió esta semana la SIC y que sancionó con 209.000 millones de pesos a la propia Colombiana Kimberly, a Productos Familia, a Tecnoquímicas y 16 exfuncionarios de estas compañías.
No obstante, con los descuentos para Kimberly y Familia, las sanciones se redujeron, respectivamente, de 69.000 millones de pesos a cero y a 34.500 millones de pesos.
En lo que tiene que ver con las personas naturales, se trata de exempleados, como los gerentes generales de Kimberly y Familia, dado que las juntas directivas se han declarado al margen de los actos ilegales.
Por ejemplo, Kimberly indicó en un comunicado emitido el miércoles pasado, un día después de conocerse la millonaria sanción contra el cartel de los pañales, que las violaciones se hicieron contra el código de ética que sus empleados habían prometido cumplir. (Lea: Carvajal, con multa millonaria por ser parte de cartel del cuaderno)
Tras conocerse a principio de abril el informe motivado del presunto acuerdo de precios en el sector de los cuadernos, la filial de la multinacional gringa también se desligó y dijo que la marca Scribe es una pequeña operación que vendió en el 2011 y con la que actualmente no tiene ninguna conexión.
No obstante, sigue siendo testigo de excepción de la SIC y muy seguramente salga bien librada en términos económicos, si el superintendente Pablo Felipe Robledo así lo decide. Inclusive, los nuevos dueños de Scribe se verían beneficiados, pues la firma ingresó en agosto del 2014 al Programa de Beneficios por Colaboración, es decir, 8 meses después de Kimberly.
Por tanto, sumadas las dos sanciones, Kimberly se salvó de pagar 138.000 millones de pesos, que podrían ser 207.000 millones si resulta involucrada y luego exonerada de la multa en el cartel de los cuadernos. (Lea también: Pruebas contra Kimberly, Carvajal y Scribe por 'cartel de cuadernos')
Soporte legalLos documentos de la investigación dicen que tras las indagaciones y sospechas del cartel de los pañales, la SIC realizó visitas de inspección los días 18 y 19 de noviembre del 2013 a todas las empresas productoras, y dos semanas después (el 2 de diciembre del 2013) presentó formalmente su solicitud como delatora y pidió el ingreso al programa de beneficios por colaboración, para ese caso, el del papel higiénico y los cuadernos.
Le salió así adelante a Productos Familia, que solo lo hizo el 29 de abril del año siguiente, y obtuvo una rebaja de solo 50 por ciento de la multa por el caso de los pañales, es decir, como se dijo, 34.500 millones de pesos, en lugar de 68.945 millones, que era el ciento por ciento de dicha sanción. (Además: Unos $ 104 mil millones se libró de pagar el cartel de pañales)
Aunque Kimberly fue la primera firma en acudir a la SIC a cantar por el caso de los pañales, el papel higiénico y los cuadernos, una fuente considera que en estos casos prima más la decisión de evitar el efecto de la ‘última cena’. Se trata del temor de uno o más participantes de un cartel empresarial a que los delate un cómplice, que solicita primero el amparo a la SIC.
Inclusive, la idea habría comenzado a rodar por la cabeza de los autores y asesores de Kimberly antes de descubrirse el complot, pues luego no pudieron reunirse más ni en Colombia ni el exterior para hacer seguimiento a los compromisos de los acuerdos de precios.
La misma fuente descarta que haya sido también una treta de Kimberly para sacar o descreditar a competidores del mercado porque la regulación de los beneficios exige que haya sido partícipe del hecho ilegal y aporte pruebas, que en el caso del cartel de los pañales fueron cerca de 500 correos electrónicos. Inclusive, en el caso del papel higiénico, Familia era el segundo delator, pero la SIC le quitó el beneficio del 50 por ciento debido a que confirmó que ocultó información, mintió sobre aspectos relevantes de la investigación y no aportó algunas pruebas que tenía en su poder.
“La participación en un cartel tiene no solo efectos económicos sino reputacionales, puesto que ninguno inventa su participación para sacar provecho de una acción premeditada”, dijo la fuente consultada.
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