Luego de que las autoridades de Brasil desarticularan, el pasado 17 de marzo, una mafia de adulteración de carnes que incluía la participación de agentes públicos y directivos de empresas, la preocupación mundial creció a tal punto que la Unión Europea anunció que devolvería productos provenientes del país suramericano.
En un comunicado, el embajador de Brasil en Colombia, Julio G. Bítelli, asegura que las irregularidades encontradas por la Policía Federal son aisladas y son mínimas en el universo del sistema brasileño de fiscalización sanitaria.
“El Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento (Mapa) cuenta con 11.000 funcionarios, incluyendo 2.300 fiscales agropecuarios, y supervisa 4.837 establecimientos, de los cuales cerca de 1.500 producen carne o sus derivados. De esta forma, el 99,8 por ciento de los establecimientos registrados y el 99,7 por ciento de su personal no están implicados en las denuncias”, añadió.
El funcionario afirmó también que las investigaciones se están realizando con transparencia y prontitud. Asimismo, aseguró que los hechos investigados se relacionan con un número muy reducido de funcionarios y “no indican mal funcionamiento del sistema de fiscalización sanitario brasileño”.
De otro lado, el Invima dijo que en Colombia no hay riesgo de consumir carne adulterada de Brasil porque no hay firmas de ese país habilitadas para exportarla al nuestro. “Colombia no ha habilitado a empresas brasileñas para exportar carne bovina, porcina y aviar a nuestro país, por lo tanto, no hay ingreso de estos productos al mercado nacional”, agregó la entidad.