Aunque el plan económico del candidato presidencial Germán Vargas podría tener amplia acogida entre los inversionistas extranjeros, de llegarse a implementar el país correría el riesgo de perder su grado de inversión, pues la iniciativa busca no solo bajar los impuestos sino flexibilizar la regla fiscal, cuyo cumplimiento es el principal argumento de las calificadoras para que Colombia siga siendo un destino seguro para los capitales foráneos.
Un análisis de la agencia Bloomberg advierte que el problema es que los bonos colombianos están a escasos dos escalones del nivel especulativo o basura, y recordó que Fitch Ratings dijo la semana pasada que modificar las reglas que rigen la política fiscal puede perjudicar la credibilidad de la Nación.
“Si siguen cambiando los objetivos y cambian las reglas, es posible que pongan en duda un poco la credibilidad en términos de política fiscal”, dijo Richard Francis, director de deuda soberana en América Latina en Fitch Ratings.
Una pérdida del grado de inversión reduciría el grupo de potenciales inversionistas que pueden considerar comprar valores del país, ya que muchas instituciones, como los fondos de pensiones, prohiben la inversión en activos ‘basura’.
Para cerrar la brecha a corto plazo, el candidato propone una lucha contra la evasión de impuestos y el contrabando, algo que no impresiona a los analistas de Moody's, Fitch y Nomura Holdings.
“Muchos países dicen que una de las medidas que implementarán para abordar los bajos ingresos o mejorar las métricas fiscales es hacer frente a la evasión fiscal y mejorar la eficiencia del gobierno”, dijo la analista de deuda soberana de Moody's, Ariane Ortiz-Bollin. “Desafortunadamente, la evidencia muestra que eso es muy difícil de lograr”.
Richard Francis de Fitch dijo que Colombia ya está “confiando mucho en la formalización y la represión de la evasión” para cumplir con sus proyecciones fiscales, mientras que Mario Castro, analista de América Latina en Nomura, describió la noción como “poco realista”.