Casos como el fraude y la suplantación de identidad a la hora de pedir un préstamo bancario o sacar una tarjeta de crédito –por mencionar algunos ejemplos– dieron el martes un paso más para quedar en la historia de Colombia.
Esto gracias al convenio firmado entre la Registraduría Nacional, Asobancaria y empresas de seguridad digital, que le da vía libre a la implementación biométrica (por huella digital) en el sector.
Al Banco Agrario, que anunció la implementación hace unos días, se sumó el banco Colpatria, que el martes anunció la implementación de un portafolio de servicios más amplio, el cual incluye la creación de cuentas nuevas, la entrega de tarjetas de crédito y la toma de créditos de consumo, entre otros.
Según Santiago Perdomo, presidente de la entidad financiera, “buscamos prevenir los altos niveles de fraude, la suplantación y cualquier delito digital en el sector, por lo cual vemos esto como un paso más hacia lo digital, hacia nuevos demandantes de productos financieros y hacia potenciales riesgos en la banca”.
Como parte del proceso, sus oficinas se encuentran cotejando información de la Registraduría desde el momento en que las personas demandan uno de estos servicios, de modo que es posible establecer la veracidad de su identidad.
Esta tarea la está realizando en conjunto con Olimpia, firma de seguridad informática, la cual confirmó que la tecnología de reconocimiento facial ya está lista para operar en el país, pero es decisión de cada empresa anexarla a su oferta.
“No obstante, una entidad financiera ya nos dijo que en julio próximo habilitará este servicio, con lo cual, por ejemplo, sus usuarios podrán retirar dinero con un escáner de rostro”, dijo Daniel Medina, gerente de Olimpia.
Sumado a esto, otras cinco empresas de la banca están en negociaciones con firmas de seguridad digital para comenzar la implementación biométrica, aspecto que llevaría a que, en el segundo semestre de este año, el sistema cubra plenamente al sector.
El tema no es menor, si se tiene en cuenta que la suplantación de identidad y los fraudes bancarios afectan a las personas naturales a diario, además de que este flagelo le cuestan a cada banco 40.000 millones de dólares cada año, en promedio.
Por esto, Perdomo señaló que destinará, en los próximos dos años, 40 millones de dólares para el desarrollo informático, de modo que también se implementen los procesos existentes en menores tiempos.
Por su parte, Juan Carlos Galindo, registrador nacional, agregó que “se pondrán a disposición los 48 millones de registros biométricos que tenemos, con lo cual, sumado a la banca, se incluirán sectores como la seguridad social y las pensiones”.
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