La debilidad que aún muestra la economía colombiana, la posibilidad de que la reforma tributaria contribuya a frenar más su crecimiento y la marcada tendencia a la baja que trae la inflación desde agosto del año pasado son los tres factores fundamentales que tienen a los analistas apuntando a que en la junta directiva del Banco de la República de este viernes, la primera del 2017, se votará por un segundo recorte en la tasa de intervención, que está en 7,5 por ciento.
Además, será la primera reunión en la que Juan José Echavarría ocupe el puesto que dejó José Darío Uribe, quien estuvo en la gerencia general del banco hasta el pasado 3 de enero.
Quienes conocen de cerca y trabajaron en el pasado con el nuevo timonel del Emisor aseguran que él sabrá anteponer a sus convicciones y cercanía con el Gobierno sus obligaciones y responsabilidades como gerente de la institución encargada de fijar y cumplir la meta de inflación, así como de delinear la política monetaria del país.
Algunos consultados dan por sentado que el voto de Echavarría en las decisiones de la junta será el de José Darío Uribe, con lo cual dan a entender que su posición en esta su primera reunión será por mantener la tasa de intervención, teniendo en cuenta el escenario económico actual, aunque la gran mayoría –64 por ciento de los analistas consultados por el centro de estudios Fedesarrollo– cree que una segunda baja consecutiva será inminente.
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El propio Echavarría, al conocer su designación como nuevo gerente del Banco de la República, dijo que haría todo lo que tuviera que hacer para que la inflación se mantenga en el rango meta (entre 2 y 4 por ciento), pero también fue enfático al señalar que sus decisiones tendrán el sello de independencia del Gobierno que lo caracterizaron tanto en los 10 años que formó parte de la junta, como en otros cargos que ha ocupado años atrás.
En diciembre, la mayoría de miembros de la junta del banco votó por un primer recorte de 25 puntos básicos en la tasa de intervención, luego de cinco meses en los que dicha tasa tuvo incrementos consecutivos hasta alcanzar niveles del 7,75 por ciento.
En septiembre del 2015 se inició el ciclo alcista de la tasa de intervención del banco. En ese momento estaba en 4,5 por ciento.
Factores a favorMunir Jalil, economista jefe para la región Andina del Citibank, cree que enero puede ser un mes de pausa para el banco, si se tienen en cuenta los resultados de la junta pasada.
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“Dado que en la reunión anterior la votación fue 4 votos a favor del recorte y 3 por tasas quietas, y suponiendo que el anterior gerente (José Darío Uribe) estaba en el grupo de los que no querían bajar aún, creo que Juan José podría reemplazar el voto de Jota. Dicho esto, el incremento de dos meses consecutivos en las expectativas de inflación podría generar una pausa este mes. De todas formas sería solo una, pues de aquí a julio son más los meses en los que el banco bajará sus tasas que en los que hará pausas”, señala el experto.
Camilo Durán, analista de investigaciones económicas de Credicorp Capital, cree que en diciembre comenzó un ciclo de recortes de la tasa, que continuará, dada la debilidad de la economía, la cual se puede acrecentar por los efectos de la reforma tributaria, entre otros síntomas.
Los tres puntos de más del IVA (19 por ciento) que se pagarán a partir de febrero, el alza del 7 por ciento del salario mínimo, por encima de la inflación (5,75 por ciento) y la inercia en los precios de bienes no transables han hecho que las expectativas de inflación aumenten, y este es un punto que pesa bastante.
“Esta es una reunión importante en la medida en que es la primera del nuevo gerente (Juan José Echavarría) y llega con un aumento importante de las expectativas inflacionarias de los analistas. Nosotros pensamos que la inflación terminará en 5,3 por ciento”, sostiene Felipe Campos, gerente de estrategia e investigaciones económicas de Alianza Valores.En el mercado ya dan por descontado que febrero comenzará con una tasa de 7,25 por ciento, pero también que vendrá una seguidilla de bajas que situarán esa tasa entre el 6 y el 6,25 por ciento en julio del 2017.
“Tendría mucho más sentido que el Banco de la República se tomara un par de meses para evaluar si la inflación puede ubicarse debajo del 4 por ciento”, señala Campos, de Alianza Valores.
El Gobierno, a través de Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda, se ha manifestado sobre la conveniencia de que hoy se recorte la tasa, pues el crecimiento se ha debilitado.
De hecho, tanto el Banco Mundial como el Fondo Monetario Internacional revisaron a la baja las proyecciones de crecimiento del país este año. El primero apuntó a 2,5 por ciento, y el segundo, a 2,6 por ciento.
Para Camilo Pérez, gerente de investigaciones económicas del Banco de Bogotá, el Banco de la República ha mostrado independencia y usará la información disponible para tomar la decisión adecuada, más allá de las opiniones que puedan tener agentes como el Gobierno.
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