Al revisar los últimos datos disponibles de los principales indicadores de actividad económica, el Banco de la República reconoció que aumentaron las posibilidades de que el crecimiento del producto interno bruto (PIB) durante el 2016 esté por debajo de su pronóstico del 2 por ciento.
Así lo señala la entidad en las más recientes minutas de la última reunión de junta directiva, en la cual no se tomaron decisiones sobre bajar la tasa de interés de intervención (está en el 7,75 por ciento), pero en la que se hizo una advertencia sobre el débil desempeño económico del país para el cierre de año.
“La última información disponible muestra resultados mediocres y por debajo de lo esperado. De esta manera aumentó la probabilidad de que el crecimiento para todo el año sea algo menor que el pronóstico central”, recalca el documento que revela las principales incidencias de la reunión del pasado 25 de noviembre.
Y es que en el informe de política monetaria de octubre, el Emisor destaca que no solo ventas del comercio minorista cayeron 2 por ciento en el tercer trimestre, sino que la tendencia de la serie muestra un debilitamiento. Y agrega que otros indicadores que guardan una alta correlación histórica con el crecimiento del consumo de los hogares también sugieren un menor dinamismo.
Como se recuerda, luego de finalizar la sesión de noviembre, el Dane divulgó que el PIB creció solo el 1,2 por ciento en el tercer trimestre, lo que indica que la cifra estuvo más cerca del límite inferior del rango previsto por el Banco de la República (entre 1 por ciento y 2,2 por ciento), y por debajo del 1,6 por ciento como cifra más probable.
La discusiónSegún las minutas, dos miembros de la junta votaron por una reducción de 25 puntos básicos en la tasa de intervención y uno de ellos señaló que, si bien es importante la consolidación de la tendencia de la inflación básica antes de recortarla, también es importante reconocer que se empieza a dar un cambio en el balance de riesgos. “Hay muestras claras de una desaceleración mayor que la esperada en la demanda interna, se registra una desaceleración marcada de la cartera, en particular de la comercial; un aumento en las tasas de interés reales de intervención y, en términos generales, un aumento de las tasas de interés reales activas del sistema financiero, ante la caída en las expectativas de inflación”, indicó ese miembro de junta.
Además, el otro partidario de bajar la tasa de intervención del Emisor recalcó que las proyecciones para el año 2016 y el 2017 son poco alentadoras y que no se ven fuentes que generen un crecimiento de la demanda interna superior al del PIB potencial.
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