El dólar volvió a sorprender a los colombianos esta semana, luego de que iniciara una rápida escalada que lo puso a negociarse, en cuestión de unos pocos días, a niveles muy cercanos a los 3.100 pesos, lejos de los 2.850 y 2.900 pesos en que lo venía haciendo un par de semanas atrás.
En solo dos días el costo de un solo dólar en el mercado colombiano se encareció cerca de 100 pesos y 158 pesos en cuestión de 15 días. Y pese a que el viernes pasado su valor perdió 45 pesos, los analistas estiman que la divisa estadounidense se mantendrá sobre el rango de los 3.000 pesos, por lo menos, unos dos meses.
Pero, ¿qué fuerzas están gravitando sobre el mercado cambiario colombiano que hacen prever que no se conseguirá un dólar relativamente ‘barato’, justo cuando inicia la temporada de vacaciones de mitad de año?
La verdad, varias. La caída del precio del petróleo, que amenazó con tocar mínimos de 40 dólares el barril esta misma semana, es una de estas y aunque es un factor que pesa mucho en el curso que tome la moneda estadounidense en Colombia, dado que el crudo es uno de sus principales generadores de divisas, también hay otros que comienzan a presionar con igual o más fuerza.
Esto, como dicen los economistas, es un tema de oferta y de demanda, “mientras haya dólares suficientes, su costo será bajo, pero cuando el mercado se seca, hay que pagar un precio más alto por estos”.
Y fue, precisamente, lo que sucedió en la semana que termina, en la que confluyeron no solo el bajonazo en el precio del petróleo, sino también el cierre de la temporada de pago de impuestos, en la que las grandes multinacionales suelen traer dólares para cumplir con esa obligación lo que hace que crezca su oferta.
A esto se sumó, además, el hecho de que algunos agentes externos vendieron parte de sus inversiones (deuda pública TES) motivados, en parte, por las dudas que les generó el mensaje poco positivo del Gobierno al presentar el Marco Fiscal de Mediano Plazo; pero también, por la decisión del banco central de Estados Unidos (FED) de elevar sus tasas de interés, un hecho que estaba ‘cantado’ desde hacía varios meses.
Algunos analistas fueron más allá y mencionaron como elemento adicional, el reciente atentado ocurrido en el centro comercial Andino el pasado domingo 18 de junio, tras considerar que un suceso como este genera ciertas dudas y temores sobre el proceso de paz entre los inversionistas extranjeros, que los llevaría a ser mucho más cautelosos en el país a la hora de traer sus capitales.
Este conjunto de hechos, en opinión de los expertos consultados, contribuyó a mermar la oferta de dólares en el mercado colombiano, que se generara cierta escasez y, en consecuencia, que su costo se disparara.
Para Juan Carlos Cendales, director de Divisas en Credicorp Capital, lo que ocurrió esta semana no es para generar pánico, en el sentido de que el dólar llegará a los niveles vistos en febrero del 2016, cuando marcó el máximo histórico de 3.434,89 pesos. Tampoco cree que su valor pueda caer a rangos de 2.200 pesos.
“Este tipo de cosas pasan en los mercados, no es algo para asustarse, no es algo que trasnoche al Banco de la República, incluso, en su política de reducción de tasas un nivel de 3.000 no es exagerado y no está lejos de las perspectivas del mercado que apuntan a un cierre del año de entre 2.980 y 2.990 pesos”, comenta.
Pero las fuentes que generan divisas al país no están ‘secas’, solo han bajado su caudal y eso ha evitado que el costo del dólar se dispare a niveles históricos.
Cendales dice que el Gobierno ha estado trayendo dólares al país a un ritmo de 60 millones diarios, producto de préstamos de organismos multilaterales, recursos para financiar el proceso de paz y algo de la venta de Isagén que aún tiene afuera.
También hay que tener en cuenta que entre enero y abril las exportaciones sumaron unos 11.300 millones de dólares, que las inversiones de portafolio aportaron otros 2.506 millones y que, por el lado de las remesas de colombianos en el exterior, este año han ingresado al mercado otros 2.077 millones, según datos oficiales.
Aunque las cifras son importantes y ayudan a mantener cierta liquidez de dólares en la economía, los operadores creen que habrá dólar sobre los 3.000 pesos por un par de meses.
“En el corto plazo se mantendrá una alta volatilidad debido a lo fuerte y rápido que subió (el dólar). Es posible que se presenten leves descensos hacia los 3.000 pesos (como el del viernes). Sin embargo, hay que tener en cuenta que la tendencia de largo plazo es al alza”, dice Juan David Ballén, director de Estudios Económicos de la firma Casa de Bolsa.
Juan Pablo Espinosa, gerente de Investigaciones Económicas del Grupo Bancolombia, por su parte, sostiene que por el hecho de que el apetito de los inversionistas extranjeros se haya moderado, unido a que no se vislumbra una recuperación rápida en los precios del petróleo, el dólar se mantendrá por encima de los 3.000 pesos en los próximos dos meses.
CARLOS ARTURO GARCÍA M.
Redacción Economía y Negocios
En Twitter: @CarlosGarciaM66