Los poderosos empresarios agrícolas estadounidenses criticaron la decisión del presidente Donald Trump de dar marcha atrás a la apertura hacia Cuba iniciada por su predecesor, afirmando que podría descarrilar un enorme incremento de las exportaciones agrícolas que sumaron 221 millones de dólares en el 2016.
Una delegación comercial de Minnesota, uno de los mayores estados agrícolas de Estados Unidos, prometió seguir adelante con una visita programada a Cuba la próxima semana.
“Seguiremos defendiendo la apertura y le haremos saber (al gobierno de Trump) que el comercio es bueno para la agricultura”, dijo Kevin Paap, un agricultor de la delegación.
Trump firmó el viernes pasado un decreto presidencial que dio marcha atrás a parte de la apertura del expresidente Barack Obama hacia la isla de gobierno comunista después de los avances diplomáticos del 2014 entre los dos antiguos enemigos de la Guerra Fría.
Grupos agrícolas vieron las medidas como un retroceso en lo que había sido una mejoría de las relaciones comerciales entre ambos países, aun cuando la agricultura no fue uno de los sectores en los que se concentraron los anuncios.
La ley estadounidense exime a los alimentos de un embargo comercial de Estados Unidos a Cuba, pero las normas engorrosas sobre cómo se deben realizar las transacciones han vuelto los acuerdos complejos y costosos.
Desde la apertura de Obama, sin embargo, se habían logrado avances y los envíos de maíz y soya estadounidenses a Cuba se dispararon un 420 por ciento en el 2016 respecto al año previo, a 268.360 toneladas, según reportes del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (Usda).
En los primeros cuatro meses del 2017, los envíos totales de granos y soya estadounidenses alcanzaron las 142.860 toneladas, desde los 49.090 toneladas del mismo periodo del 2016.
Si bien las cifras palidecen frente a las exportaciones totales de Estados Unidos, de 56 millones de toneladas de maíz el año pasado, los volúmenes son bienvenidos en momentos en que los agricultores enfrentan un cuarto año de menores precios de los granos y caídas de sus utilidades.
“En momentos en que la economía agrícola enfrenta problemas, pedimos a nuestros líderes en Washington que no cierren la puerta a oportunidades de mercados para la agricultura estadounidense”, dijo la Asociación Nacional de Productores de Maíz de los Estados Unidos.
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