Luego de la nueva baja en las tasas de interés de referencia por parte de la junta directiva del Banco de la República, en 0,25 puntos básicos, ubicándola en 5,25 por ciento efectivo anual, la expectativa es por lo que pasará después de que se dé a conocer el comportamiento de la inflación en agosto.
Desde esa perspectiva, la reducción no sorprendió a los analistas de mercado, pues varios apostaban por ella. Lo que sí les llamó la atención fue la votación de los integrantes de la junta del Emisor, que, tras mucho tiempo sin suceder, quedó fraccionada en tres grupos: 4 votos a favor de bajar 25 puntos; 2 se fueron por una intervención más agresiva, de 50 puntos, y 1 fue partidario de mantener estable la tasa en 5,50 por ciento.
Según Andrés Pardo, director de investigaciones económicas de Corficolombiana, para la siguiente reunión del Emisor la decisión será muy sensible al dato de inflación de agosto que el Dane dará a conocer el 5 de septiembre.
“Las encuestas muestran que la inflación va a repuntar en agosto, de 3,4 a 3,8 por ciento. Si se ubica en esos niveles, es posible que no haya más intervención del Emisor, pero si no sube o sube poco, la junta podría volver a bajar las tasas en 25 puntos más”.
Para tomar la decisión del jueves, el banco central del país tuvo en cuenta la debilidad de la actividad económica y el riesgo de una desaceleración más allá de la compatible con el deterioro en la dinámica del ingreso, originado por la caída en los precios del petróleo.
De igual manera, según indicó el gerente del Banco de la República, Juan José Echavarría, se evaluó la expectativa de inflación para el 2017, la cual estaría cercana a 4 por ciento, con una reducción en el 2018 hacia el 3,8 por ciento, debido a que las razones que la llevaron al alza están diluyéndose.
Con la del jueves se completan siete meses consecutivos con reducciones de tasas de referencia, en el intento por devolverle ánimo a la economía.
Hay que recordar que, en diciembre pasado, desde una cifra de 7,75 por ciento, empezó el ciclo de recortes, con una única pausa en enero.
Pese a ello, el efecto directo en el abaratamiento de los créditos, para que aumenten el consumo y la demanda que reactiven la economía, no se ve aún.
No obstante, el Banco de la República espera un crecimiento superior en el segundo semestre, en comparación al que se dio en el primero, que fue de 1,2 por ciento. Esto, teniendo en cuenta que, según el comunicado del Emisor, la desaceleración que ha tenido la economía ya habría tocado fondo.
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