Para ganarle a esa inflación de 5,62 por ciento observada el año pasado en el país, el Gobierno anunció el incremento del salario mínimo más alto, en términos reales, de las últimas décadas.
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El ajuste fue del 10,07 por ciento hasta llegar al millón de pesos con lo que no solo se logra superar ese incremento de precios que registró en el país en medio de la reactivación, los problemas en la cadena de suministro global, el paro nacional y la variabilidad climática sino que también se gana poder adquisitivo.
“Se hace historia en nuestro país. Se llega a un salario mínimo de un millón de pesos, cumpliendo un anhelo de los trabajadores por décadas, pero también con la agenda de solidaridad y de generosidad que quiero reconocerle a empresarios, emprendedores e industriales de nuestro país”, dijo el presidente Iván Duque el pasado 15 de diciembre cuando firmó el decreto que se realizó de manera concertada.
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En total, descontando la inflación, la capacidad de compra de los colombianos que reciben un salario mínimo aumentó realmente un 4,45 por ciento, lo que representa el mayor incremento de las bases que se tienen desde 1985.
Esto sin contar el auxilio de transporte que para este 2022 quedará en 117.772 pesos.
Por grupos de ingreso, la inflación del 2021 fue de 6,85 por ciento para los hogares que se encuentran en situación de pobreza. Esto quiere decir que en términos reales, el aumento del salario mínimo para esas familias solo será menor, del 3,22 por ciento real.
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El ministro del Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, señaló en diciembre que lograr en términos reales la recuperación de los ingresos de los trabajadores se ve plasmado en el acuerdo, en el cual el Gobierno se compromete a verificar y a hacer toda la tarea que sea necesaria para que el incremento del mínimo no se vaya a perder.
Desde 1985 a hoy, los mayores incrementos reales del salario mínimo se dieron en el 2019, cuando quitando la inflación el alza fue del 2,82 por ciento. En el 2014 el incremento del poder adquisitivo de los colombianos fue de 2,56 por ciento y en el 2020 de 2,20 por ciento.
Al contrario, las mayores pérdidas de poder adquisitivo en Colombia se registraron en la década de los 90 cuando el país vivió inflaciones anuales por encima de 20 e incluso de 30 por ciento.
La mayor pérdida se dio en 1991, cuando la caída fue de 6,3 por ciento real. A esta le siguen años también con cifras negativas como 1995 (-2,09 por ciento), 1994 (-1,50 por ciento), 1989 (-1,1 por ciento), 1992 (-0,8 por ciento).
Con el objetivo de proteger la capacidad adquisitiva de los trabajadores, el Gobierno ha ido modificando algunas de las tarifas o cobros que aumentaban cada año con el alza del salario mínimo y a partir de ahora se incrementarán con otras variables como la inflación.
“Venimos adelantando este trabajo desde este ministerio, así como de la mayoría de las carteras, hace ya unos tres años y podemos decir que 66 de 74 de estos conceptos ya no se calculan bajo el salario mínimo, lo que significa que el aumento tendrá efectivamente más valor a la hora de pagar por estos rubros”, expresó el ministro de Hacienda y Crédito Público, José Manuel Restrepo.
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De esta manera, aumentos en las cuotas moderadoras en salud, tarifas de los centros de diagnóstico automotriz, multas y sanciones en los sectores TIC, Educación, Trabajo, Defensa, Agricultura, Transporte, entre otros, ya no se anclarán al salario mínimo.
En ese sentido, el ministro Cabrera dijo que hay que mantener un control especial y adoptar los actos administrativos que se requieran para evitar la indexación de muchos bienes y servicios que afectan el bolsillo de los trabajadores.
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