Los empresarios aumentaron por segunda vez su propuesta de aumento del salario mínimo en un proceso de negociación que debe completarse antes del 31 de diciembre.
Cuando ya parecía que no habría ninguna otra contrapropuesta a la expectativa de los trabajadores de llegar a un millón de pesos entre salario mínimo y subsidio de transporte, los empresarios optaron por aumentar su apuesta, desde el 5 al 5,88 por ciento, con lo cual la cifra quedaría en 997.000 pesos.
Esto es una distancia de solo 21.000 pesos de lo que piden los trabajadores, lo que abre nuevas posibilidades de que se logre un acuerdo en la mesa de negociación.
Hay que recordar que en la primera oferta de los empresarios, de 4,5 por ciento, la distancia entre lo que pedían los trabajadores y lo que ofrecían los empleadores era de 33.000 pesos.
Tras escuchar la nueva propuesta, Julio Roberto Gómez, presidente de la CGT (Confederación General de Trabajadores), indicó que si bien es una propuesta respetable –que en ningún caso descalifican, pues está dos puntos por encima de la inflación–, continuarán anclados en la petición del millón de pesos entre salario y subsidio de transporte como la meta que se han impuesto para favorecer a los colombianos de menores ingresos.
“Solo hace falta un 2,11 % más en comparación con lo que pedimos. La propuesta que hicimos, de lograr un incremento de 8,1 por ciento fue muy seria y constituye la meta para el movimiento sindical”.
Dicho incremento sería más del doble que la inflación.
El jueves de esta semana se había dado un nuevo encuentro de la mesa tripartita de política salarial, en la que se negocia el ajuste del salario mínimo para el 2020.
Esta se levantó una vez más sin lograr un acuerdo, toda vez que las centrales obreras siguen ancladas en el millón de pesos.
Por el lado de los empresarios, que siguen poniendo en el tapete los datos revelados recientemente sobre incremento de la productividad en el país (laboral y de todos los factores), insisten en que dicho incremento no permitiría la generación de nuevos puestos de trabajo, teniendo en cuenta que se aumentaría el costo que las empresas destinan para pagar la mano de obra.
Hasta la anterior reunión, los empresarios habían pasado de una propuesta de incremento que arrancó en 4,5 por ciento al 5 por ciento, y ayer subieron al 5,88 por ciento.
La ministra de Trabajo, Alicia Arango, por su parte, hizo un llamado para que se tenga en cuenta que, en una mesa de negociación, los inamovibles no tienen cabida, de lo contrario no tendría sentido sentarse a debatir sobre los pros y los contras de las decisiones que se intentan tomar por acuerdo de las partes.
La resolución de la mesa tripartita es establecer el espacio que queda hasta que venza el cronograma, para realizar reuniones informales entre las partes, con miras a buscar un incremento concertado.
Hay que recordar que, según el cronograma establecido para la negociación del incremento en el salario mínimo, una vez recibidas las salvedades, las partes deben estudiarlas y fijar su posición dentro de las 48 horas siguientes (19 de diciembre). Es decir, esto fue lo que se hizo el jueves.
Posteriormente, la norma señala que el plazo máximo para llegar a un consenso que permita fijar el salario mínimo de manera concertada será el 30 de diciembre.
Antes del 31 de diciembre se estaría expidiendo el decreto de incremento del salario mínimo con o sin acuerdo.
Según Gómez, los sindicalistas optarán por dejar la decisión en manos del Presidente.
El líder de la Confederación General de Trabajadores expresó que “esos 21.000 pesos de diferencia van al consumo, lo que favorece la economía, y para los hogares significan una proteína más en la mesa”.
Por: Economía y Negocios