Muchos de los 367.000 ciudadanos que tienen algún pendiente con la Dian dicen estar viviendo una pesadilla con la insistencia en el cobro. En ocasiones, por deudas inferiores a los 50.000 pesos, reciben hasta cinco llamadas telefónicas, sin contar con mensajes de texto y correos electrónicos a sus cuentas.
Si bien el cobro de la cartera es una de las funciones de la Dian, que debe velar por el incremento en los ingresos tributarios, para que el Estado tenga recursos de inversión en programas sociales, los contribuyentes se preguntan por qué se enfocan en las deudas pequeñas, que en ocasiones son por errores involuntarios, mientras hay miles de grandes evasores que deben cuantiosas sumas, según dijo un afectado.
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Santiago Pérez* es uno de los quejosos. El contador que contrató para que le realizara una declaración de renta sencilla, como persona natural, cometió un error involuntario al anotar los ingresos del 2015 de su cuenta de ahorros, para cumplir con la obligación del 2016. El mismo contador identificó la inconsistencia y sugirió a Pérez que presentara la corrección, lo cual el contribuyente hizo en diciembre pasado. No obstante, el 21 de marzo de este año empezó el bombardeo de mensajes. “Primero recibí un correo electrónico anunciando que un agente de cobro me contactaría, lo que de inmediato me preocupó y llamé al teléfono que allí me anexaban”.
La deuda era distinta a la que ya había corregido Pérez de manera voluntaria. Se trataba ahora de un error en la liquidación de los intereses, pues se había desfasado en 10.000 pesos, por lo cual, le aplicarían una sanción de 27.000 pesos, más 1.000 pesos diarios por intereses de mora. “Además del correo, el mismo día recibí una llamada para reiterarme que tenía el saldo pendiente. Les dije que lo pagaría en la mañana del día siguiente, fecha en la cual me volvieron a llamar, y pagué los 39.000 pesos. La última llamada fue para decir que ya habían descargado el pago”.
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Gloria Nancy Jara, defensora del contribuyente, confirma que se han incrementado las quejas en la instancia que dirige, por este tipo de hechos. “Algunos de los contribuyentes que acuden a la Defensoría plantean que han cometido errores no subsanables, pero otros alegan que les están cobrando obligaciones ya canceladas, que les están aplicando medidas cautelares improcedentes, que les desconocen algunos pagos o que solicitan una compensación a su obligación actual, por haber tenido un saldo a favor en el pasado, y no se los aplican, por lo cual, aparecen con una deuda”.
Sin embargo, una de las quejas que preocupa a Jara es la que atañe al derecho fundamental al buen trato. “Algunos contribuyentes argumentan que está bien que la Dian cobre, pero la manera en que los están llamando, en forma recurrente, lo consideran como un trato no respetuoso”, expresa Jara.

La declaración de renta es una de las obligaciones en las que más cometen errores los contribuyentes.
Archivo / EL TIEMPO
La cartera por cobrar que tiene la Dian es de 4,6 billones de pesos, el 60 por ciento de la cual está en Bogotá
La disyuntiva de la Dian, según la directora de ingresos de la entidad, Cecilia Rico, es que unos reclaman porque no controlan la evasión tributaria y otros porque se hace esta tarea.
Según la funcionaria, la cartera por cobrar que tiene la Dian es de 4,6 billones de pesos, el 60 por ciento de la cual está en Bogotá. Esto es el 67 por ciento de lo que dará la reforma tributaria aprobada en el 2016 ($ 6,2 billones).
La defensora del contribuyente, por su parte, indicó: “Es claro que la Dian tiene facultades de cobrar desde un peso en adelante. Lo que nosotros hemos planteado es que deberían tener una política de priorización de cobro, orientada a garantizar una mayor eficiencia institucional, porque una persona a la que le cobren una obligación de 10.000 pesos, que por ley hay que cobrarla, termina siendo más cara la inversión en el proceso que el monto de la obligación a recuperar”.
Al respecto, la directora de ingresos de la Dian, señala que la entidad solo adelanta cobros superiores a un millón de pesos, toda vez que cada llamada le cuesta a la Dian 2.500 pesos. Agregó que a partir de la implementación del centro de cobro, la intención es favorecer al contribuyente, para que no se le agrande la deuda por intereses de mora; pero también para evitar que la entidad llegue a un cobro jurídico, en el cual, el costo por cobrar esa obligación, para el Estado, subiría a 6 millones de pesos. “Es preferible llamar al deudor que dejarlo con su deuda hasta que sea necesario aplicar un embargo”, sostuvo.
Sobre los reclamos por mal trato a los contribuyentes, aseguró que el centro de llamadas contratado para implementar el centro de cobro, cuenta con un sistema que permite revisar las llamadas. “Hemos verificado que son los ciudadanos los que, en muchos casos, se ofuscan con los empleados de la Dian”.
Se han presentado casos en los que al ciudadano lo llaman y le dicen que lleve el dinero a determinado sitio. Los pagos a la Dian se hacen en el sistema bancario
Además, advirtió que el hostigamiento que experimentan los contribuyentes, con frecuencia, puede provenir de inescrupulosos que suplantan a la entidad. “Se han presentado casos en los que al ciudadano lo llaman y le dicen que lleve el dinero a determinado sitio, motivo por el cual en la Dian aparece con su deuda vigente. Reitero que la Dian no recauda pagos, estos deben hacerse a través del sistema bancario”.
Según Cecilia Rico, los ciudadanos también deben estar alerta ante llamadas telefónicas falsas, pues las de la Dian siempre tienen un código de seguridad.
*Nombre cambiado
MARTHA MORALES MANCHEGO
Redacción Economía y Negocios