Colombia ocupa, después de Brasil y México, el tercer lugar entre 18 países de Latinoamérica en materia de creación de empresas financieras basadas en plataformas tecnológicas, más conocidas como fintech.
Así lo revela un reciente informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que logró identificar al menos 703 de dichos emprendimientos, de los cuales Brasil aporta 230 firmas; México, 180 y Colombia, 84 iniciativas.
El mismo informe indica que en Argentina hay 72 firmas de estas, y Chile cuenta con 65 compañías. “Estos cinco países concentran casi 90 por ciento de la actividad fintech en América Latina”.
El estudio ‘Emprendimientos Fintech en América Latina’ advierte sobre el crecimiento exponencial y los profundos cambios que trae este nuevo segmento de la economía en todos los sectores y reconoce que esto supone un gran reto para las autoridades y reguladores.
Según conoció EL TIEMPO, hace dos meses se creó un grupo especializado de profesionales dentro de la Superintendencia Financiera, el cual se encarga de evaluar, hacerle seguimiento, de entender el mundo de las fintech y cómo esto se puede incorporar al sistema financiero.
Lo que están viendo en el ente de vigilancia y control es que si bien habrá aplicaciones que no requieren de una normativa específica para su funcionamiento en el país, es preciso conocer bien aquellos mecanismos que se desarrollen por fuera del sistema para que no se utilicen como esquemas piramidales o mecanismos de defraudación.
El análisis del BID indica que tres de cada cinco empresas fintech fueron establecidas entre el 2014 y el 2016, reflejando el potencial del sector que perciben los emprendedores. También advierte que al mismo tiempo, esto refleja que la mayoría de los productos y modelos necesitan madurar y crecer antes de convertirse en compañías sostenibles.
“Una de cada cuatro fintech opera como plataforma alternativa de financiación, ofreciendo préstamos, financiamiento colaborativo (crowdfunding) o financiación por medio de la intermediación de facturas. Otra cuarta parte operan como empresas de pagos, y del remanente hay segmentos como gestión de finanzas empresariales y personales, gestión patrimonial, seguros y bancos digitales”, destaca.
El estudio consultó la opinión de 393 empresarios de las tecnologías financieras en 18 países de la región y encontró que 41,3 por ciento creen que “su misión es servir a clientes que permanecen excluidos o subatendidos por el sector de servicios financieros tradicionales, ya sean personas o pequeñas y medianas empresas”.
Considerando que las fintech buscan resolver problemas concretos del segmento al cual se dedican, este enfoque es muy prometedor para abordar limitaciones a la inclusión financiera originadas por el lado de la demanda, precisa el estudio.
ECONOMÍA Y NEGOCIOS
Comentar