Perder el empleo no es algo fácil de afrontar, más en una coyuntura de bajo crecimiento económico como la actual. Pero las cosas se complican para quienes no cuentan con un ahorro que les permita sobrevivir mientras consiguen un nuevo trabajo, lo cual puede tardar en promedio seis meses, según los expertos de AFP Protección.
Es en esos momentos cuando las cesantías cobran verdadera relevancia para aquellos trabajadores que han entendido que ese ahorro es su seguro de desempleo y no han hecho uso de este durante el tiempo que estuvieron empleados.
De la plata que sacaron los colombianos el año pasado de sus cesantías, el 46,7 por ciento se dio por pérdida del empleo, lo que en la práctica significó que estas se utilizaron como seguro de desempleo.
“Esto fue lo que motivó la creación de las cesantías y de ahí el llamado de Asofondos a los trabajadores colombianos para que consideren este ahorro como un ‘colchón’ que los protege en coyunturas difíciles como la cesación laboral”, señala el gremio.
Aunque este ahorro también puede destinarse para vivienda o educación, lo más recomendado por los expertos es que sirva de escudo ante la pérdida del trabajo.
“El principal reto con las cesantías es que los afiliados las conserven, les den un buen uso y las conviertan en ese paso firme para tener tranquilidad en el presente y alcanzar en el mediano plazo sus metas. Por eso deben ser vistas no como un ingreso extra, sino como ese seguro en caso de desempleo o el ahorro base para comprar una casa o pagar la educación propia o los hijos”, señala Juan David Correa Solórzano, presidente de Protección.
Solo en el 2016 los colombianos hicieron uso de sus cesantías por de 4,5 billones de pesos, de los cuales 1,6 billones fueron por terminación de contrato, 2,7 billones para educación y vivienda y unos 200.000 millones fueron otros retiros autorizados por la ley.
Pero ¿cómo se construye el ahorro de las cesantías?
Voceros de la AFP Porvenir explican que se trata de una “prestación social equivalente a un mes de salario por cada año de servicios o proporcional al tiempo trabajado, a la cual tienen derecho tanto los trabajadores colombianos que no devenguen un salario integral (9’590.321 pesos para el 2017) como los independientes que decidan hacer aportes de forma voluntaria”.
Agregan que son los empleadores quienes deben pagar esa prestación, la cual se debe consignar en la AFP a la que esté afiliado su trabajador, para lo cual tienen plazo hasta el próximo 14 de febrero a la medianoche.
El empleador, además, está en la obligación de reconocerles a sus trabajadores un rendimiento del 12 por ciento anual, sobre ese pago, el cual debe cancelarse directamente al trabajador a más tardar el 30 de enero de cada año. “Dadas las actuales condiciones del mercado, las cesantías se configuran como el gran aliado de los trabajadores, quienes deben tomar decisiones razonables para obtener una mejor rentabilidad para las mismas”, sostienen voceros de la AFP Porvenir.
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