Apple es una de las grandes corporaciones mundiales que está bajo los focos de las autoridades tributarias de media Europa. A raíz de la crisis, los países del euro, de la mano de la Ocde, han estrechado la vigilancia sobre las grandes multinacionales que utilizan complejas estructuras societarias y se sirven de avanzados métodos de ingeniería fiscal para eludir impuestos. Apple ha recibido apercibimientos de Francia, Italia, el Reino Unido y Bruselas.
La Agencia Tributaria española también tiene abierto un procedimiento de inspección sobre las dos filiales del gigante de Cupertino en España.
Apple Retail Spain, que gestiona las 11 tiendas que tiene en España, reconoce en sus cuentas anuales que reduce los créditos fiscales derivados de pérdidas de años anteriores “con base en la mejor estimación de los administradores de la sociedad y de sus asesores fiscales sobre la resolución de la inspección fiscal en curso”.
Debido a este movimiento, la sociedad sube su gasto del impuesto de sociedades en 4,3 millones y en otros 3,8 millones al reconocer impuestos de sociedades de años anteriores que debería haber pagado con anterioridad. La sociedad paga en total 11,7 millones por el impuesto de sociedades, frente a los 3,3 millones del año anterior.
A raíz de esas operaciones, la sociedad reconoce una provisión por impuestos de 9,1 millones (incluye intereses por 1,3 millones) “por los posibles pasivos fiscales que los administradores estiman que se podrán derivar de la inspección fiscal en curso”.
JESÚS SÉRVULO GONZÁLEZ Ediciones EL PAÍS, SL 2017
22 de mayo 2017, 08:36 P. M.
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JESÚS SÉRVULO GONZÁLEZ22 de mayo 2017, 08:36 P. M.