La Comisión Europea volvió a imponer una multa de 776 millones de euros a varias compañías aéreas por participar en un cartel que se encargaba de fijar precios en el mercado de transporte aéreo de mercancías.
La misma decisión ya fue anulada por el Tribunal General de la Unión Europea (UE) por motivos de procedimiento, pero Bruselas mantiene prácticamente intacta la cuantía de las sanciones.
La comisaria de Competencia, Magrethe Vestager, explicó en días pasados en un comunicado que de los servicios de carga aérea dependen “el 20 por ciento de las importaciones y el 30 por ciento de las exportaciones europeas”, y que al pactar precios, las aerolíneas ponían “plomo en las alas” de la competitividad de las empresas europeas.
La decisión tomada se remonta al año 2010, cuando la Comisión, tras efectuar varias inspecciones, decidió multar con 800 millones de euros a Air France-KLM, Air Canada, British Airways, LAN Chile, Cathay Pacific Airways, Cargolux, Japan Airlines, Martinair, Singapore Airlines y SAS por, al parecer, coordinar su comportamiento en materia de precios por la prestación de servicios de transporte aéreo de mercancías.
Los que se libraronEl grupo alemán Lufthansa y su filial Swiss International Air Lines, que también participaban en ese cartel, delataron y se libraron así de la multa.
Vale recordar que las empresas fijaban recargos por combustible y seguridad, que pactaban previamente en contactos bilaterales y multilaterales.
El tribunal europeo impugnó la decisión en el año 2015 por cuestiones de procedimiento, pero no dio lugar a la discusión de la existencia del cartel.
En este entorno, Bruselas opta por mantener las respectivas sanciones, prácticamente intactas, salvo en el caso de Martinair, por la reducción del volumen de negocio de esa compañía, que ha supuesto una reducción de la sanción.
Las multas, casi de 183 millones de euros a Air France, unos 127 millones a KLM y más de 8 millones de euros para la compañía LAN, finalmente se redujeron entre un 10 por ciento y un 20 por ciento por la cooperación que le prestaron a la Comisión.
CLAUDI PÉREZ
Ediciones EL PAÍS, SL 2017