La rápida transformación de la industria de la automoción obliga a Ford Motor a corregir el tiro. El segundo fabricante de coches estadounidense por volumen decidió cambiar sorpresivamente a su actual director ejecutivo, Mark Fields, por Jim Hackett, el ejecutivo que está al frente de la división que se encarga del desarrollo del vehículo autónomo y servicios de coche compartido.
Fields no llevaba ni tres años al frente de la compañía. Es la última evidencia de que Detroit mira cada vez más a Silicon Valley para ser próspera. El ajuste en la dirección de Ford Motor se produce dos semanas después de una tensa junta general de accionistas, en la que los inversores cuestionaron el liderazgo de Fields después de ver que la compañía perdió un 10 por ciento del valor bursátil este año y se vio relegada al tercer lugar por capitalización tras General Motors y Tesla.
El desplome llegó al 40 por ciento desde que Fields tomó el volante de la multinacional. Mark Fields asumió la dirección en julio del 2014. Los accionistas cuestionaron también la estrategia general que estaba siguiendo todo el directorio de Ford Motor. Bill Ford, presidente del Consejo de Administración y nieto del fundador, admitió su “frustración” con el rendimiento bursátil.
La compañía perdió un 10 por ciento del valor bursátil este año y se vio relegada al tercer lugar por capitalización tras General Motors y Tesla
“El patrimonio de la familia Ford está ligado a la compañía”, dijo. Lo que no se esperaba era una reacción tan contundente. Fields echó balones fuera explicando que la caída en el precio de la acción –está por debajo de los 11 dólares la unidad– se debe a que los inversores están preocupados por la cantidad de efectivo que se destina a los nuevos productos de movilidad.
“Se trata de mantener un pie en el negocio actual y al mismo tiempo de expandirnos de una manera prudente en nuevas formas de movilidad”, justificó.
Jim Hackett fue fichado hace un año por Ford Motor. Era el vicepresidente y director ejecutivo de Steelcase, una compañía que se dedica a material mobiliario de oficina. El consejo de administración anunció su llegada al grupo para dirigir la nueva filial Ford Smart Mobility, que tiene doble sede en Palo Alto –capital mundial de la innovación– y Detroit –capital de la vieja industria–.
Ford Motors fue el único de los tres fabricantes de Detroit que evitó la bancarrota hace ocho años para reestructurarse, pero está teniendo dificultad para articular su apuesta. El miércoles pasado anunció un recorte de plantilla que afectará a 1.400 asalariados.
SANDRO POZZI
Ediciones EL PAÍS, SL 2017
Comentar