El soborno de funcionarios, mecanismo reconocido por la brasileña Odebrecht como forma de lograr las adjudicaciones de millonarios contratos, tiene matices diferentes al conocido pago de un porcentaje sobre el valor del contrato.
El 79,6 por ciento de los contratos del 2014 en Colombia tuvieron solo un oferente, según un estudio de la investigadora Marcela Meléndez para la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI). Y esto, según fuentes del sector de la ingeniería, es evidencia de que muchos funcionarios y contratistas aprovechan y diseñan pliegos a la medida de un determinado oferente y estructuran licitaciones con posibilidades de interpretación, aprovechando la debilidad institucional y la inseguridad jurídica.
Una encuesta de dicho estudio, hecha a 390 firmas que ofrecen servicios de ingeniería, mostró que apenas el 34 por ciento considera que los procesos de contratación en el país son transparentes. Y cuanto más pequeña es la empresa, más baja es la percepción de transparencia: solo el 7 por ciento de ellas cree en la claridad de la contratación. En las firmas con mayores activos, dicha impresión es del 53 por ciento. Incluso, cuando se mira la contratación de departamentos y municipios, solo un 14 por ciento consideró que se hace correctamente.
(Además: 'Buldozer', el nombre secreto de Bula en red de sobornos de Odebrecht)
Diversas modalidadesUno de los datos más reveladores es que entre el 6 y el 7 por ciento de los consultados dijo no encontrar corrupción en comportamientos como usar un cargo público para obtener regalos o dinero, usar el poder político para direccionar fondos y pagar votos con ellos, distribuir regalos o dinero en campañas, usar el cargo para ayudar a parientes o amigos, o dar regalos, desde el sector privado, a funcionarios por un servicio o por un contrato.
Y si bien el pago de un porcentaje del valor del contrato es la práctica que se oye en el sector como la que más reina, mencionada por el 38 por ciento de los consultados, otras formas de aprovechar los vacíos de la legislación son la entrega de plata en efectivo a un servidor público, independiente del valor del contrato (lo mencionó el 30 por ciento de los entrevistados).
Adicionalmente, el 19 por ciento de los encuestados dijo que otra forma de pago es ofrecer empleo a un familiar, amigo o allegado al servidor, mientras un 12 por ciento mencionó pagos con regalos costosos a los empleados públicos.
(También: Tres exfuncionarios que terminaron al servicio de la gigante Odebrecht)
Coimas por 13 por ciento del contratoEn la encuesta se pidió a las firmas indicar el valor del soborno necesario para obtener un contrato, y la respuesta promedio fue del 13,2 por ciento.
Mientras los constructores y concesionarios hablaron de un 13,6 por ciento de coima, los consultores dijeron que el pago llega al 11,9 por ciento del valor del contrato. Llama la atención que mientras más pequeña se percibe la empresa, ésta debe pagar un mayor valor del contrato si quiere la adjudicación.
ECONOMÍA Y NEGOCIOS