Desde enero y hasta el 31 de octubre, la Superintendencia de Sociedades ha aceptado 244 solicitudes de reorganización de empresas que afrontan dificultades de diversa índole, que están asfixiadas por deudas o que ven en riesgo su subsistencia por problemas financieros y administrativos.
El Superintendente de Sociedades, Francisco Reyes Villamizar, afirmó que estos procesos están orientados a preservar las empresas como unidades productivas, “procurando salvarlas de la quiebra y dándoles oxígeno y una segunda oportunidad, para que se mantengan vivas en el mercado y generen riqueza”.
Además, otro de los objetivos de estas medidas es evitar que miles trabajadores pierdan en empleo y, en consecuencia, su fuente de sustento.
Según el funcionario, a la fecha, en las reorganizaciones por la entidad en los últimos 10 años, han estado en juego más de 61.000 empleos, “por lo que los esfuerzos de la entidad se centran en evitar a toda costa la destrucción de estos puestos de trabajo”.
Los salvamentos de la última década
Estos son los sectores que han tenido procesos de reorganización empresarial en los últimos 10 años. Los activos de las empresas en líos en este tiempo superan los 161.000 millones de pesos.