Blockchain, tecnología de encadenamiento de bloques, que nació en el 2008 ligada al bitcóin, es más que eso. Al margen del potencial de esta moneda digital –que acaba de superar los 9.000 dólares, añadiendo fuego al debate sobre una posible burbuja de las criptodivi-sas–, cada vez más grandes empresas se interesan por el encadenamiento de bloques, sistema que puede ahorrar procesos y costos a sectores como aseguradoras, telecomunicaciones o administraciones públicas.
Gigantes como el Santander, CaixaBank, Repsol, Gas Natural Fenosa, Iberdrola o Telefónica presentaron el mes pasado Alastria, primer consorcio multisectorial basado en blockchain, en el que están unas 70 firmas.
Pero ¿qué es blockchain? El sistema desarrollado por Satoshi Nakamoto permite distribuir información digital a través de un libro de registro descentralizado en el que queda constancia de todas las operaciones y que no puede ser modificado por ningún participante, lo que asegura que nadie va a poder manipularlo.
“Es una tecnología potentísima que sirve como registro contable. Permite, por ejemplo, utilizarla en la cadena de suministro. Si en la entrega de un dispositivo se identifica una pieza defectuosa, nos podríamos remontar en la cadena para detectar dónde se produjo el error. Y ningún usuario puede cambiar un solo byte de información de procesos ya realizados, porque todo queda registrado de forma inmutable”, aseguran Yaiza Rubio y Félix Brezo, jóvenes trabajadores de ElevenPaths, la unidad de ciberseguridad de Telefónica.