Gas Natural Fenosa anunció que vendió el 59,1 por ciento que tenía en Gas Natural S. A. ESP, empresa colombiana dedicada a la distribución y comercialización minorista de gas, al fondo canadiense Brookfield, que pagará 482 millones de euros, unos 568 millones de dólares.
Una fuente cercana y de alta confiabilidad de la compañía le dijo a EL TIEMPO que esta operación era, en parte, consecuencia directa de la fuerte tensión entre las directivas de Gas Natural y el Gobierno colombiano por la intervención que este último hizo a la compañía de energía Electricaribe, también de su propiedad, un año atrás.
El pasado 12 de septiembre, el grupo español reveló además que empezaba a revisar el futuro de su negocio en Colombia, en el marco de su plan estratégico y de la intervención de Electricaribe.
Para la multinacional española, esta transacción tendrá un impacto contable positivo en el resultado después de impuestos de cerca de 350 millones de euros en el ejercicio 2017, según informó a la CNMV, regulador bursátil español.
Este resultado incluye tanto la ganancia por la venta de la participación inicial como la revalorización asociada al resto de la participación, debido a la pérdida de control.
La operación de compraventa se desarrollará en dos fases. En la primera, que se prevé ejecutar este mismo año, se transferirá una participación en Gas Natural ESP que conllevará la pérdida de control en esta última por parte de Gas Natural Fenosa.
Luego, explica la compañía que preside Isidro Fainé, se transferirá la participación restante por medio de una oferta pública de adquisición (OPA) directa o de exclusión para la toma de control del adquirente.
El cierre de esta segunda fase se espera en el primer semestre de 2018 y está sujeto a la aprobación de las autoridades del mercado colombianas.
En los últimos 20 años, la empresa gasista colombiana ha aumentado su número de clientes desde 400.000 hasta casi 3 millones y los kilómetros de su red de distribución de 5.000 a más de 22.000.
El ebitda y el beneficio neto atribuible después de impuestos para los últimos 12 meses de esta actividad en Colombia han ascendido a 138 millones y 35 millones de euros.
Las condiciones económicas de la operación implican valorar el ciento por ciento de Gas Natural ESP en 1.005 millones de euros, lo que representa un precio de compra para el 59,1 por ciento de 482 millones la operación acordada, pues representa una valoración equivalente a, cerca de 7,3 veces el ebitda y 13,8 veces el beneficio neto, con base a los datos de los últimos doce meses.
Hasta ahora, el capital de Gas Natural ESP estaba principalmente en manos de Gas Natural Fenosa (59,1 por ciento), del Gobierno colombiano a través de la Empresa de Energía de Bogotá (25 por ciento), la AFP Porvenir (10,26 por ciento) y otros fondos de pensiones y accionistas minoritarios (5,64 por ciento).
Gas Natural Fenosa asegura que a la hora de vender su negocio de gas en Colombia ha tenido “especialmente en cuenta” la contraprestación ofrecida por el comprador y su experiencia en la gestión de infraestructuras energéticas, así como “la protección del valor para los accionistas minoritarios”.
Esta venta, subraya la compañía energética, no afecta a su voluntad de mantener un diálogo con las autoridades colombianas que evite el procedimiento arbitral de protección de inversiones que hubo que iniciar en relación con su participada Electricaribe, que fue intervenida por el Gobierno colombiano hace un año y está en liquidación.
En este sentido, la empresa ha hecho un llamamiento a las autoridades colombianas para que dejen sin efecto la medida de intervención para liquidación acordada en marzo y “trabajen para buscar una solución acordada, satisfactoria y, sobre todo, sostenible para la prestación del servicio de suministro eléctrico en la zona en beneficio de los clientes, empleados, acreedores y accionistas de Electricaribe”.
Para el cierre del ejercicio 2017, Gas Natural Fenosa mantiene su previsión de alcanzar un beneficio neto de entre 1.300 y 1.400 millones de euros.
Indica que espera compensar parte del resultado de esta operación con el anticipo en la ejecución del plan de eficiencias en curso, que implicará incurrir en costos de captura en 2017 de unos 100 millones de euros después de impuestos. Además, las ventas de las participaciones en Italia, que generarán unos 190 millones de euros de beneficio después de impuestos.
Con apoyo de la agencia Efe