“Usted hace lo que quiere, se mueve de acuerdo con su propio tiempo”, le dice Peter Fonda a una persona que vive en la mitad del desierto de Arizona y que le presta algunas herramientas para ajustar su moto. “Debería estar orgulloso de sí mismo”. Hacía unos días había salido de Los Ángeles para recorrer, sin rumbo fijo, todo el oeste de Estados Unidos. Era 1969. Easy Rider –una de las primeras películas que protagonizó Jack Nicholson– se convertía en un éxito mundial. Y esa línea se convirtió en un símbolo para los grupos de motociclistas de todo el mundo, que veían en la moto una posibilidad de escape, de descubrir sin límites, de alcanzar la libertad.
Por esa misma época, en Alemania, BMW ya era un constructor reconocido por sus motos. Las “motorrad” recorrían todo Europa y el motor bóxer, que sobresalía hacia los lados de la moto, Era un sello de la marca.
Un sello que todavía, en pleno siglo XXI, permanece.
La línea Heritage de BMW Motorrad, que tiene como eje al modelo R NineT, es toda una declaración para demostrar que ese espíritu del motociclismo está más vivo que nunca: es una motocicleta con todo el espíritu del diseño vintage, que incluye la tecnología y la seguridad actuales y ofrece una experiencia de manejo que transporta a los años setenta. Además del modelo básico, están la R NineT Scrambler, con detalles como el escape doble elevado y la horquilla telescópica con fuelles; la R NineT Urban G/S, con una máscara frontal que recuerda a las primeras off road de la historia, y la R NineT Pure, que solo trae los elementos más esenciales para invitar a una personalización radical. De hecho, la opción 719 –que ofrece acabados personalizados como el color del tanque, el material de los asientos o piezas especiales que cubren el motor– permite hacer de cualquiera de estas motos una pieza única.
Ese espíritu libre del motociclismo se revive en Bogotá cada cierto tiempo en las NineT Nights, cuando varios apasionados al motociclismo vintage se reúnen para hacerles un homenaje a las motos. Son noches de amigos que disfrutan salir a recorrer las carreteras y rematar el viaje con jazz, rock, tatuajes y estampados personalizados en chaquetas o camisetas. Argumentos que recuerdan que la vida se construye sobre dos ruedas.
