En su primera reacción pública tras ser apartado del Abierto de Estados Unidos por su positivo de coronavirus, el tenista francés Benoit Paire sugirió este lunes que el entorno de protección establecido por el torneo no es tan seguro como aseguran los organizadores.
"Estoy bien por el momento, no tengo ningún síntoma... Dudo si decir lo que realmente está pasando en esta FALSA BURBUJA", escribió el francés en su cuenta de Instagram.
Según una fuente cercana al caso, Paire actuó con laxitud respecto al uso de la mascarilla, que es obligatorio en todas las instalaciones del torneo excepto para comer, entrenar y jugar.
"Quedó claro que el jugador infectado no estaba cumpliendo con los protocolos de salud que han sido aprobados por el Estado de Nueva York", dijo a la AFP un portavoz de la USTA.
Según la fuente cercana al caso, suman siete los tenistas que, por haber estado en contacto con Paire, fueran puestos bajo una mayor vigilancia y restricción de movimientos, tanto en los alojamientos oficiales como en la sede del torneo en Flushing Meadows, si bien se les permitió competir.
Tres de ellos ya han dado a conocer que se encuentran en esta situación: los franceses Edouard Roger-Vasselin, Kristina Mladenovic y Adrian Mannarino, quien cuestionó las medidas de prevención en Nueva York.
Mannarino señaló que algunas personas que trabajan en las instalaciones del torneo regresan a sus casas por la noche, lo que incrementa los riesgos de contagio, y consideró que el sistema establecido por la USTA es más un "entorno seguro" que una "burbuja".
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