La pandemia del covid-19 detuvo el rápido ascenso de Stefanos Tsitsipas , que a sus 21 años es el jugador más joven dentro del top ten en el circuito de la ATP . A raíz de los temores por el virus , quedaron cancelados por seis semanas los certámenes profesionales. Hoy, parece que al tenista griego le resulta muy difícil el hecho de estar encerrado durante días debido al coronavirus. "Pierdes la cabeza y empiezas a hablar con objetos" , expresó.
Amante de la tecnología y de la fotografía, el griego además tiene un canal de YouTube al que le pone mucha dedicación. Allí, desde su cuarentena, grabó un video de 31 minutos. "¿Es hora de un reseteo?", se pregunta y se titula. Actualmente, Grecia cuenta con 823 casos activos de coronavirus y murieron 27 personas. Como muchos de sus países vecinos, este país europeo entró esta semana en el confinamiento general, luego de que el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, impuso medidas más fuertes para evitar la propagación del nuevo covid-19.
"Realmente necesito ducharme porque estoy sucio y también con sed, pero no de esto (señaló una botella de cerveza). Esto es lo que te pasa cuando estás en cuarentena durante tanto tiempo: pierdes la cabeza, te pierdes en tu mierda en un momento dado. Y empieza a hablar con objetos", confesó el campeón del Masters de Londres en 2019 .
En un momento, además, el número 6 del mundo comenzó a hablar acerca de por qué no estaba pasando la cuarentena con su familia. "Tuvimos una discusión ligera hace unos días y me fui. Los amo, tengo muchas ganas de volver a verlos, pero a veces es bastante estresante estar allí. Así que decidí irme y estar solo", dijo. En la mayoría de los torneo, Stefanos está acompañado por sus padres Apostolos y Julia. "De hecho, no sé si hubiera sido seguro para ellos estar conmigo después de volar desde Londres", agregó el jugador.
Cabe recordar que en enero de este año, en la ATP Cup, Tsitsipas se acercó al banco y en un acto de furia comenzó a golpear su raqueta contra todo lo que tenía cerca . A partir de ahí, tuvo lugar una situación insólita. En ese arrebato, alcanzó a rozar el brazo del capitán del seleccionado griego, Apostolos, su papá. Sin poder creer lo que acababa de pasar, el entrenador se levantó de su asiento y se alejó lentamente de su hijo mientras que la cámara tomó desde arriba a una mujer que se acercó desde las gradas hacia Tsitsipas y empezó a gritarle. Era su madre, la extenista Julia Apostoli, quien lo retó sin miramientos delante de todos los espectadores.
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