Con la temporada finalizada hace más de un mes y medio por una lesión en uno de los hombros, la tenista colombiana Mariana Duque fue bastante enfática en que el 2016 no fue el que ella deseaba. En total, la bogotana obtuvo 18 victorias y cayó en 23 oportunidades, un registro bastante preocupante que la tiene en el puesto 104 de la WTA.
Tranquila y serena. Bastante carismática. Con respuestas genuinas, Duque, en entrevista con EL TIEMPO, tomaba de buena forma su nivel este año. Reconoció que la lesión mermó su rendimiento y espera, de una vez por todas, consolidarse en el circuito. Su gran anhelo es estar entre las mejores jugadoras del planeta, y con esa consigna trabaja.
¿Qué balance hace de su temporada?
Ha sido un año muy raro, porque en el 2015 tuve una temporada que, personalmente, fue una de las mejores de mi carrera deportiva y obviamente comencé este 2016 con muchas expectativas. Sin embargo, en el arranque no me fue muy bien, tuve tres meses muy complicados en los que no ganaba partidos y me lesioné.
La verdad es que en este 2016 tuve solo tres meses buenos, que fueron en la gira de tierra y un poco en la superficie de césped, antes del inicio del US Open. Luego tuve buenos partidos, pero mantuve con un dolor de hombro que me afectó mucho en todo el año. Por esa lesión llevó un mes y medio sin jugar. La temporada acabó para mí.
¿Qué cuentas pendientes tiene en la temporada y en su carrera?
Bueno, en esta temporada me quedó todo pendiente, porque obviamente mi objetivo era quedarme entre las 60 mejores del mundo, pero la lesión en el hombro y no preparar mejor las giras me afectaron. Hice algunos cambios, que no debí haber hecho, y cometí más faltas de lo normal. Ya hablando de mi carrera, creo que no he hecho nada todavía. He cumplido algunos sueños y objetivos, pero la meta de estar entre las mejores no la he cumplido todavía, pero sigo luchando por conseguirla.
¿Cómo trabaja para cumplir su objetivo de ser una de las mejores del mundo?
Yo creo que cada día suma. Intento hacer lo mejor posible en los entrenamientos, en los partidos y en el físico. El trabajo siempre va a llevar a conseguir grandes cosas. Además, la parte mental debe influenciar mucho en ese objetivo que tengo.
¿Cómo mantener una regularidad en su juego?
En mi caso, intento estar lo más estable posible, pero a veces no se puede manejar. Debo procurar no dejarme llevar tanto por esas emociones. Hay que ser más positiva. Yo creo que las mujeres somos diferentes a los hombres, obviamente. Tenemos cambios de emociones continuos y por eso mismo se nota que cuesta mantener la regularidad. Entre las mujeres se pueden dar sorpresas, porque una top 100 le puede ganar a la número uno.
¿Cuáles son las expectativas para el próximo año?
Primero debo recuperarme de la lesión, esa es la prioridad y va bastante lenta la recuperación. Será importante jugar en el 2017 sin dolor; si lo logro, podré jugar mucho más fácil al tenis.
¿Hay un problema en la mentalidad de los tenistas colombianos?
Sí puede llegar a ser mental, pero yo creo que no es solo tema de colombianos. Hay que ver que estamos jugando contra los mejores del mundo y no siempre se les gana a ellos. A todo el mundo le pasa, solo que la gente está pendiente de nosotros y lo nota más.
En el caso de Santi (Giraldo), él tiene su genio y es un poco ansioso; eso en momentos le juega una mala pasada. Por ejemplo, Juan Sebastián (Cabal) y Robert (Farah) en los Juegos Olímpicos les ganaron a los mejores del mundo, pero luego perdieron con una pareja que después ganó el bronce. Hay que pensar un poco más allá de si es mental o no. Es difícil.
¿En el tenis qué tan importante es trabajar la parte mental?
La mente hay que entrenarla igual que la volea, el saque o el revés. Pienso que también es importante y eso enseña a manejar las emociones en momentos difíciles de cualquier partido. Hay gente que es más fuerte mentalmente y otros no lo son, pero definitivamente ese aspecto marca mucho a un jugador para sacar resultados.
FELIPE VILLAMIZAR
Redactor de Deportes
En Twitter: @FelipeVilla4
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