A Daniel Galán, la raqueta número uno de Colombia, no le está saliendo nada en el arranque de este 2021. Su misión era ingresar rápidamente al top 100 de la clasificación ATP y así acceder a grandes torneos de manera directa, pero la crisis de resultados no le ha ayudado a subir esa larga escalera.
Galán terminó el 2020 en el puesto 115, luego de ganar el Challenger de Lima, pero hoy amanece como el 117 del mundo. Retrocedió.
Su decisión fue clara: no jugar el cuadro clasificatorio del Abierto de Australia, e ir a unos torneos de categoría challenger con la misión de ganarlos y sumar puntos para el escalafón. El resultado fue malo. En el de Estambul (Turquía) cayó en primera ronda por 6-7(5), 3-6 con el brasileño Joao Menezes, 193 del mundo. De ahí viajó a Antalya, también en Turquía, para jugar dos torneos. En el primero perdió en primera ronda con el australiano Akira Santillan (285.º) por 2-6, 6-2, 5-7 y en el segundo avanzó a segunda fase, pero cayó por 6-2, 4-6, 4-6 con el chileno Alejandro Tabilo (170.º).
Ahí Galán decidió tomar rumbo a Suramérica, para jugar el Challenger de Concepción (Chile), pero el resultado fue el mismo: quedó eliminado en segunda ronda al perder contra el argentino Sebastián Báez (312.º) por 5-7, 2-6.
Después de eso, en el ATP 250 de Córdoba perdió en su debut con el eslovaco Jozef Kovalik (128.º) por 2-6, 6-1, 3-6 y se bajó del ATP de Buenos Aires por una lesión en la muñeca derecha.
Ha sido un mal año y sigue sin invertir en un equipo de trabajo serio. No tiene quién le hable, no viaja con un preparador físico y así será difícil alcanzar sus objetivos. El tiempo pasa y ya tiene 24 años.
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