El español Rafael Nadal, que ayer disputó su partido mil desde que inició su carrera en el circuito ATP, derrotó al alemán Philipp Kohlschreiber 0-6, 6-2, 6-3 y se clasificó para la cuarta ronda del Masters 1.000 de Miami, donde jugará con el francés Nicolas Mahut.
Nadal ganó así su décimo cuarto partido frente a la segunda raqueta de Alemania, tras Alexander Zverev, pero lo hizo dando un susto a la afición que llenaba la pista central del torneo de Miami, que no daba crédito a lo que pasó en el primer set.
El alemán salió a por todas, dando a la pelota con toda el alma y Nadal se vio incapaz de responder a esto, ni al resto ni al servicio, y se vio en 25 minutos con un rotundo 6-0 en contra. Sin encontrar la distancia a la bola, Nadal golpeó en seis ocasiones con el marco de la raqueta, algo inusual como sintomático.
Solo 10 jugadores han sido capaces de hacer un 6-0 a Nadal a lo largo de toda su carrera, en la que hoy cumplía 1.000 partidos, y el último fue el checo Tomas Berdych en el Abierto de Australia de 2015, cuando le ganó por 6-2, 6-0, 7-6(5). Nadal se tornó hoy en el undécimo de la historia de la ATP en lograr este hito.
Tras el correctivo del primer set, Nadal abandonó la pista y a su regreso algo había cambiado. Se hizo con su primer juego, pero, sobre todo, regresó su habitual garra, sus gestos de furia al ganar los puntos importantes y su enorme capacidad de llegar a las bolas.
Kohlschreiber, que intentaba romper una racha de 26 derrotas consecutivas contra jugadores del Top 10, después de su triunfo contra Richard Gasquet en Rotterdam en 2014, ganó sus dos primeros juegos, pero la cosa ya no pintaba tan bien para sus intereses. Y así fue como en el quinto juego Nadal logró el ansiado quiebre que le ponía 4-2 y le daba la ventaja para empatar el partido e ir por el pase a cuarta ronda en el set de desempate.
El 31 de la ATP, que venía de ganar al estadounidense Taylor Fritz por 7-5, 3-6 y 7-6(4), tenía enfrente al Nadal que ha mejorado su tenis en este inicio de temporada, en el que ha disputado las finales del Abierto de Australia y Acapulco (México).
El parcial definitivo certificó que lo del primer set fue un espejismo. Nadal quebró el saque del germano a las primeras de cambio y se puso 2-0 para desesperación del cariacontecido Kohlschreiber.
El alemán apenas puso resistencia y ya no dispuso de bolas de quiebre con las que intentar parar al vendaval español, que puso en juego el 90 por ciento de sus primeros servicios con los que además ganó el 100 por ciento de los puntos en el tercer set.
EFE
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