El tenis suramericano ha venido teniendo un proceso de transición en el que han escaseado los grandes jugadores que se destaquen en el circuito ATP y que a la postre estén representando a sus países en la Copa Davis, claro, salvo casos excepcionales. En ese afán, Chile ha sido una de las naciones que le apostó a la juventud para evolucionar y lo ha conseguido.
Su último momento estelar en la Davis lo vivió en el 2011, cuando estaba en el Grupo Mundial. En ese entonces, Nicolás Massú encabezaba un equipo en el que además aparecían Paul Capdeville, Jorge Aguilar y Guillermo Rivera. En ese entonces, cayó con Estados Unidos y luego perdió en el repechaje con Italia. Desde ahí fue descendiendo en el torneo hasta llegar a la Zona Americana II. Sus tenistas entraron en una curva descendiente y los abanderados no aparecían.
Su idea fue aceptar su condición y comenzar a mirar en nuevos jugadores que aparecían en el camino para volver a la élite mundial. Belus Prajoux, capitán entre 2014 y 2016 de Chile, encontró en dos jugadores el relevo generacional que ayudaría a dar el salto. Nicolás Jarry y Cristian Garín, las cartas. Pasaron cuatro años en el limbo y el año pasado jugaron el repechaje para ir al Grupo Mundial, luego de vencer a Colombia en Iquique.
Jarry (con 17 años) debutó contra República Dominicana en el 2015 y Garín (con 16 años) lo hizo contra Italia. Estos jugadores fueron teniendo resultados muy buenos
“Tenía que buscar los remplazos de Massú y Capdeville. Así Jarry (con 17 años) debutó contra República Dominicana en el 2015 y Garín (con 16 años) lo hizo contra Italia. Estos jugadores fueron teniendo resultados muy buenos, estaban bien en el escalafón de la ITF. Cuando ves jugadores con proyecciones tienes que empezar a ponerlos”, le dijo Prajoux a EL TIEMPO.
Es claro que en Chile no se pasaba por un momento en que hubiera una gran cantidad de jugadores de experiencia para esta competición. Estaban Julio Peralta y Hans Podlipnik aún en combate. Sin embargo, Prajoux aseguró que desde la Federación exigían ganar, pero él fue muy claro: “van jugadores jóvenes, la victoria no es segura, pero es hora de que jueguen”. La renovación la tenía clara.
El excapitán de Chile añadió que no hay una fecha determinada para debutar en la Davis. “La edad no influye para poner a un jugador. Está el caso de Borna Coric, que lo hicieron debutar contra Andy Murray cuando tenía 17 años. Eso no va a influenciar. Ya el capitán de cada equipo tiene que mirar a sus jugadores y decir ‘este jugador tiene que estar en el equipo’. Todo pasa por el temer usar a ese tenista por las diferentes circunstancias”, añadió.
Por su parte, Nicolás Massú, actual capitán de Chile, piensa que es importante hacer una mezcla entre los jugadores experimentados y los que vienen desde atrás para lograr una gran cohesión y un plus atlético y técnico en los diferentes aspectos.
“Es un tema de todo un contexto. Hay que mezclar la juventud y experiencia. Sin embargo, es un tema de paciencia. En Suramérica el jugador madura mucho más tarde. No se le puede pedir a un jugador de 15 años que haga lo que uno de 30. Siempre los jugadores ya hechos se deben mezclar con las futuras generaciones, a las que les debemos dar importancia, y que se sientan igual dentro del equipo”, dijo a este diario.
Por otro lado, Massú es claro en saber manejar los tiempos en que los nuevos jugadores aparecen en la Copa Davis. “Hay que saber ganar o perder. A cada jugador le llega su momento. Mucha gente le apunta al recambio, pero hay que hacer las cosas con paciencia. Los jugadores jóvenes deben estar siempre en las convocatorias”, concluyó.
Y así, con la renovación, Chile está como uno de los fuertes equipos suramericanos
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