La fortaleza física, los duros golpes a las esquinas, la elegancia en los movimientos y la estética en las difíciles devoluciones han sido las características que han mostrado el español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer en este Abierto de Australia, en el que este domingo en la madrugada disputarán la final, un partido en el que los aficionados aplauden, pues no olvidan que una de las rivalidades más espectaculares en la historia del tenis se había opacado en los últimos años por un bajón en el nivel de ambos competidores y diferentes lesiones. A inicios de enero se prometieron volver a su máximo nivel y unos días después cumplieron.
(Además: Historial de finales de Grand Slam entre Rafael Nadal y Roger Federer)
Cuando todo estaba pensado para una nueva disputa entre Andy Murray y Novak Djokovic por la corona en Australia y el duelo por el número uno del mundo, sus tempranas eliminaciones sirvieron para rememorar una batalla entre Nadal y Federer. Algo que aprovecharon los dos tenistas para ir superando cada partido con mayor exigencia posible y mostrando un nivel regular que los depositó en la final del Abierto de Australia 2017.
“Para mí es un privilegio, para los dos es muy especial competir de nuevo en una final, después de atravesar ambos muchos problemas. Hemos tenido lesiones, él en la rodilla, yo en la muñeca, pero estamos de nuevo en una instancia como estas”, afirmó un Nadal muy emocionado, demasiado sonriente, luego de vencer 6-3, 5-7, 7-6(5) 6-7(4), 6-4 en una apasionante semifinal que duró casi cinco horas.
Federer y Nadal han protagonizado duelos memorables en la última década y se han enfrentado en ocho finales de torneos del grand slam, con ventaja para el español por 6-2, aunque la última de ellas fue en el Roland Garros de 2011, por lo que toma más importancia para el mundo del tenis volver a ver a dos colosos en la definición de un título.
“Creo que ninguno de los dos nunca pensamos que íbamos a encontrarnos de nuevo en la final del Abierto de Australia, pero aún seguimos aquí, luchando, eso es lo importante y lo que lo hace especial. Ahora tengo que recuperarme y descansar bien”, añadió el tenista español.
Para Rafael Nadal será la oportunidad de, a sus 30 años de edad, ganar su título 15 de grand slam, mientras que Roger Federer tiene que, con 35 años, alzarse con su corona 18. Los dos tienen serias ambiciones de seguir disfrutando de su estancia en el circuito, pero siempre con la competitividad al máximo que no les permite asimilar la palabra derrota.
A sus 35 años, Federer se perdió gran parte de la pasada temporada por una lesión de espalda y después de rodilla. Nadal también tuvo que retirarse de Roland Garros por una lesión en la muñeca que le impidió después acudir a Wimbledon. Jugó renqueante los Juegos de Río (llegó a semifinales en individuales y ganó el oro en dobles con Marc López), pero no jugó la segunda parte de la temporada.
Federer también recordó su rivalidad con Nadal: “Rafa es el mayor desafío de mi carrera. Soy su primer fan. En un luchador extraordinario. Hemos tenido partidos épicos”. Y el suizo recordó una anécdota del año pasado, cuando ambos trataban de recuperarse de sus respectivas lesiones.
“Le visité en Mallorca para la inauguración de su academia. Le dije: ‘Estaría bien jugar un partido de exhibición’. No estábamos para más, yo con una pierna y él con su muñeca. Jugamos un partido de minitenis con niños. ¡Jamás imaginamos que podríamos reencontrarnos aquí!”.
Y así, cuando pocos apostaban por volver a ver a estos dos excelsos tenistas peleando por un título grande, todo confluyó para que los dos más grandes de este deporte vuelvan a deleitar con estilos diferentes, pero poderosos. ¡Nadal y Federer volvieron!
FELIPE VILLAMIZAR M.
Redactor de EL TIEMPO
En Twitter: @FelipeVilla4