El mundo del tenis se volverá a paralizar este viernes con el duelo que siempre esperan todos: Rafael Nadal, en su superficie, el polvo de ladrillo, se medirá contra Roger Federer, quien vuelve después de tres años. La potencia física y defensiva contra la genialidad y exquisitez. En Francia cuentan los minutos para tener a los dos ídolos frente a frente. Para los dos monstruos de este deporte será un partido especial, pero eso, solo un partido, porque más allá hay un respeto por el otro y una gran amistad.
"Antes detestaba jugar contra los zurdos. Ahora me encanta, porque es un desafío. Y dentro de esos partidos, contra Rafa es el más duro que puedes afrontar", aseguró el suizo una vez consiguió su paso a las semifinales, añadiendo que esperaba encontrarse con Nadal en Roland Garros.
Esa afirmación la respondió Rafael Nadal: “No creo que sea verdad que ha vuelto para jugar contra mí (Roger dijo que esa es, sobre todo, la razón). Vuelve porque aspira a todo y es bueno en todas las superficies”. Se pone mejor el enfrentamiento.
Una amistadSu primer encuentro entre sí fue en el Miami de Masters en el 2004. Ambos mantuvieron los dos principales puestos del escalafón de la ATP desde julio de 2005 hasta agosto del 2011, y son el único dúo que haya acabado cinco años consecutivos en la cima del listado. Federer ocupó número uno durante un récord de 237 semanas consecutivas, a partir de febrero del 2004. Mientras que Nadal, que es cinco años más joven, llegó al puesto dos en julio del 2005 y mantuvo dicho lugar un récord de 160 semanas consecutivas antes de superar a Federer el 18 de agosto del 2008.

En los duelos directos, Rafael Nadal ha ganado 23 partidos contra 15 de Roger Federer.
AFP
Desde esa época se fortaleció una rivalidad. Sus estilos diferentes potenciaban al otro, pero al mismo tiempo los fue convirtiendo en amigos. Compartían en diferentes partes del mundo, dentro y fuera de las canchas. Las marcas publicitarias los juntaba y las risas comenzaron a aflorar entre ellos.
A finales del 2010, Federer y Nadal se pusieron de acuerdo para jugar partidos de exhibición, en Zúrich y en Madrid, para recaudar fondos de cara a sus respectivas fundaciones. Todo era una fiesta.
Ambos estuvieron un tiempo con un nivel bajo, casualmente y mientras recuperaban su nivel compartían en la Academia de Nadal, en la que cada uno deseó al otro resurgir de las cenizas.

Rafael Nadal junto a Roger Federer en el lanzamiento de la Academia del español.
AFP
Sin embargo. En el 2017 los dos regresaron a las pistas para coronarse en los cuatro Grand Slams del año. La final del Abierto de Australia fue emotiva, era volverlos a reunir. Al final ganó el suizo, pero los piropos fueron de ida y vuelta.
Lo Mejor del 2017: Uno de los momentos más emotivos del año. Roger Federer se consagraba en Australia derrotando a Nadal para quedarse con su 18° título de Grand Slam pic.twitter.com/t8kEe6aydS
— Mundo Tenis (@mundotenis31) December 20, 2017
"Federer se merecía más este título que yo. Finales como estas nos hacen recordar tiempos pasados. Gracias a todos los aficionados por el apoyo", le decía el español al suizo. La respuesta no demoró en llegar: “Rafa, aceptaría compartir el título contigo. En el tenis no hay empates, pero si los hubiera aceptaría orgulloso compartirlo contigo esta noche Rafa”.
JuntosLo que nadie esperó llegó en la Laver Cup. Ambos jugaron juntos y consiguieron un triunfo en el partido de dobles. Estrategas, dándose consejos y celebrando juntos se potenciaron. El mundo del tenis sonrió.

Uno de los mejores momentos de la rivalidad entre Rafael Nadal y Roger Federer fue cuando jugaron juntos en la Laver Cup.
EFE
"Con Federer tengo una relación fantástica. Punto. Mi motivación en la pista no cambia con quien tengo enfrente", dijo Rafa.
Este año se reunieron a tomar un café en la casa de Roger Federer en Indian Wells para hablar de la salida de Chris Kermode como presidente ATP. Este viernes volverán estar juntos y el mundo se paraliza con su duelo. Luego, la amistad seguirá.
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