Llegó el momento de la NBA que todos los aficionados quieren ver. Después de una larga temporada y unas finales de conferencia no tan emotivas, la lucha por el codiciado anillo vuelve a tener a Warriors de Golden State frente a frente con Cavaliers de Cleveland, en una final que se volvió recurrente en los últimos años y que deja al espectador un gran espectáculo, despliegue físico e intensos partidos.
El banquete está servido y desde hoy (7:30 p. m., con TV de Espn. Véase gráfico), los mejores basquetbolistas del mundo prometen una gran batalla deportiva.
Stephen Curry, por Warriors, y LeBron James, por Cavaliers, prometen un duelo cerrado con equipos altamente competitivos, que en las finales destruyeron a todos los equipos que enfrentaron. Bruce Bowen, ganador de tres títulos (2003, 2005 y 2007) de la NBA con Spurs, habló con EL TIEMPO y prevé una serie muy cerrada, con quintetos que tienen calidad individual y sistema muy consistentes.
“Ambos mostraron una unión como equipo en los 'play-offs', quitándoles fuerza estratégica a sus oponentes. Warriors borró al dúo dinámico de Portland, limitó a la estrella de Jazz, Gordon Hayward y, finalmente, eliminó el juego de equipo de Spurs.
Por su parte, Cavaliers tuvo un susto con Pacers, pero regresó a los fundamentos de la defensa fuerte. Y también limitó a Isaiah Thomas y Al Horford para ganarle la serie a Celtics. “Saben usar sus armas para que los rivales no desarrollen juegos cómodos”, analizó Bowen.
Las dos finales pasadas entre ambos fueron muy cerradas. Cada uno gano una. Ahora, en los encuentros de esta temporada regular las victorias también se dividieron (1-1).
Stephen Curry, estrella de Warriors.
EFE
Las pequeñas diferencias serán definitivas: “Ambos son equilibrados y comprenden la importancia de llevar el balón de un lado al otro, para tener éxito, aprovechando bien sus 24 segundos en ataque. Saben cómo usar las estrategias para no comprometer la defensa al sufrir pérdidas y además presionan para robar la pelota”, añadió.
A favor de Warriors tiene el buen uso del sistema offense-motion (o movimiento de ofensiva), que les permite a Curry, Klay Thompson y Kevin Durant quedar con espacios para lanzar de tres, pero deberán cuidar muy bien a LeBron James y su fortaleza a la hora de buscar el contacto.
“Los dos equipos tienen excelentes jugadores, que han hecho parte de los siete últimos Juegos de las Estrellas de la NBA. Warriors apelará a su poderosa efectividad. Tiene a Curry, Durant y Thompson, que son grandes anotadores, mientras Cavaliers, a su creatividad, Irving anotando de 3 con el pick and roll (o bloqueo y continuación) y la fortaleza física de LeBron, que rompe cualquier defensa”, comentó Bowen.
En el tema de las debilidades ambos carecen de un mismo problema: Warriors no tiene buenos jugadores sustitutos, algo parecido a Cavaliers
“Una de las diferencias con respecto a las finales pasadas fue que Warriors trajo a Durant y eso le quita trabajo a Curry, quien el año pasado no pudo solo con el peso de la serie Por su parte, Cavaliers mejoró en el lanzamiento de tres puntos. LeBron ya encuentra más jugadores abiertos para poder lanzar”, concluyó.
Por todo esto y más, la final que se vivirá desde hoy será apasionante, con mucha magia sobre los escenarios, gran poder ofensivo y con dos equipos que han evolucionado en su juego cada vez que se enfrentan. Uno hace mejor al otro. Warriors o Cleveland, no hay un favorito y las apuestas están abiertas.
Felipe Villamizar
Redactor de EL TIEMPO
