El primer objetivo que buscaba la selección Colombia en la Copa Mundial de Futsal de la Fifa que se juega en Cali, Medellín y Bucaramanga se cumplió: pasar a la segunda ronda. Un empate 1-1 frente a Portugal, otro 3-3 con Uzbekistán, más una victoria 4-3 sobre Panamá permitieron a los dirigidos por Osmar Fonnegra llegar a 5 puntos para meterse en los octavos.
Si bien es cierto que el equipo no logró convencer del todo con su juego, también lo es que tiene la oportunidad de mejorar si lo que desea es seguir escalando fases. Por momentos, más ganas, corazón, que buen desarrollo táctico han sido las armas utilizadas por la Tricolor para mantenerse invicta en el certamen.
“Se logra el primer objetivo sufriendo, pero ya estamos en la siguiente fase. Tenemos que seguir mejorando, corrigiendo los errores que cometemos, y tratar de vivir esto como lo que es, un verdadero Mundial donde cada partido es totalmente diferente”, indicó Fonnegra tras el choque ante los ‘canaleros’.
En un evento de esta talla nadie regala nada, y eso lo tienen claro los colombianos, quienes, pese a distar mucho del quinteto que hace cuatro años quedó de cuarto en Tailandia, están comprometidos a levantar su nivel para dar grandes satisfacciones al país.
Cuando los titulares están en el campo, el equipo sube de nivel inmediatamente, mientras que con los suplentes se ven algo más de intermitencias, lo que, según el estratega, se debe a lo táctico, no a la calidad de los deportistas.
“No es que marquen la diferencia, sino que cumplen funciones diferentes. Hay un grupo, el inicialista, que es el que ha convertido los goles, pero ese grupo no va a aguantar los 40 minutos a ese ritmo. Los sustitutos de esos cuatro entran a manejar la pelota, tratan de administrar el partido; luego volvemos, pero creo que se trata de algo mucho más táctico”, aseguró.
Contundencia, seguridadSi algo claro dejó la primera ronda para Colombia, es que con el paso de los partidos se ha ido mejorando en definición, pero falta mucho más. Frente a los portugueses la selección realizó seis disparos entre los tres palos e hizo un gol, contra los uzbekos sumó 24 y celebró tres veces, en tanto que frente a los panameños tuvo nueve y rompió la red en cuatro. El porcentaje de efectividad en este aspecto ha mejorado, pero es evidente que en lo que se viene no se puede perdonar.
Asimismo, es clave resaltar que el dudar en sector defensivo ha jugado en contra; el tanto marcado por Cardinal para el cuadro luso, apenas a dos segundos del final del partido, lo demuestra. Muchas desatenciones en retaguardia se han observado a lo largo de los 120 minutos cumplidos, pero por fortuna el portero Carlos Ñañez ha respondido bien, al tiempo que se ha tenido la fortuna por momentos de la mala concreción de los visitantes.
“La ansiedad de ir a buscar los partidos ha influido, hemos pecado en eso. Por ir arriba hemos descuidado un poco la zona defensiva, pero bueno, creo que Colombia ante Panamá mejoró mucho en lo ofensivo, concretó las opciones que tuvo, y eso es importante (...). De acá en adelante todos los partidos serán más complicados, y el que cometa menos errores es el que va a ganar”, aseguró el arquero vallecaucano.
Las jugadas con pelota quieta han sido letales para Colombia. A través de esta vía, los rivales han conseguido marcar en diversas ocasiones, lo que representa una tarea pendiente para Fonnegra y sus dirigidos.
“Nos han cobrado mucho en acciones con pelota quieta, en desatenciones. Sabemos que tenemos que mejorar, estar concentrados desde el principio hasta el final, pues tenemos claro que de acá en adelante todo va a ser mano a mano”, dijo Jhonatan Toro, autor de uno de los goles frente a los centroamericanos.
Lo que se viene para Colombia no va a ser fácil. “A Paraguay lo hemos enfrentado muchísimas veces, el último partido, en Guatemala, lo ganamos nosotros. Contra ellos será un encuentro fuerte”, aseguró el arquero Ñañez.
El partido por octavos de final será el próximo martes, en Cali, a las 8 p. m. Partido en el que Colombia debe mostrar otra cara.
SERGIO OLAYA
Enviado especial ADN