Cuatro nadadores olímpicos estadounidenses fueron asaltados a mano armada por hombres vestidos como policías que detuvieron su carro cuando salían de una fiesta en Rio de Janeiro, dijo el domingo el portavoz del Comité Olímpico de Estados Unidos, Patrick Sandusky.
"Cuatro integrantes del equipo olímpico de natación estadounidense (Gunnar Bentz, Jack Conger, Jimmy Feigen y Ryan Lochte), partieron de la Casa Francia en horas de la mañana del domingo en un taxi, en dirección a la Villa Olímpica. Su taxi fue detenido por individuos que se hacían pasar por policías armados que les pidieron dinero y otras pertenencias personales", dijo el portavoz.
El Comité Olímpico estadounidense precisó que los cuatro nadadores están bien y cooperan con las autoridades.
El propio Lochte acabó confirmando el caso a la cadena de televisión ‘NBC’, después de varias horas de especulaciones.
“Nos pararon en el taxi y esos sujetos salieron con un distintivo de la policía, sin luces ni nada además de ese distintivo de policía y nos sacaron del auto. Sacaron las armas y dijeron a los otros nadadores que se tumbasen en el suelo. Ellos lo hicieron. Yo me negué, no habíamos hecho nada malo, entonces no iba a tumbarme en suelo”, relató Lochte.
El nadador acabó cediendo a las exigencias de los criminales. “Entonces uno de ellos sacó un arma, la inclinó, la colocó en mi cabeza y dijo: ‘baja’, así coloqué las manos hacia arriba. Nos quitó el dinero, cogió mi cartera. Dejó mi teléfono móvil y mis acreditaciones”, contó el nadador.
La policía civil de Rio de Janeiro dijo que "están en marcha investigaciones para indagar el robo sufrido por nadadores del equipo olímpico estadounidense de natación".
"Hubo una denuncia policial y los atletas serán escuchados para prestar más detalles del crimen", añadió en un comunicado.
Rio enfrenta niveles crónicos de inseguridad y violencia urbana alimentados por el narcotráfico y la pobreza de gran parte de sus habitantes. Un promedio de casi cinco personas por día tienen muertes violentas en la ciudad. Agresiones y robos violentos son moneda corriente.
Las autoridades han movilizado a 85.000 policías y militares para trabajar en la seguridad de los Juegos de Rio, el doble que en Londres-2012.
AFP