El día amaneció nublado en Bogotá, apenas normal en esta época de lluvias e intenso frío, y apenas está aclarando cuando el reloj marca casi las seis y treinta de la mañana. La niebla obliga a cubrir con chaquetas, impermeables, bufandas y guantes, para contrarrestar el agua y la baja temperatura, los cuerpos de los primeros arriesgados en llegar a la Unidad Deportiva El Salitre, donde se entrena buena parte de la raza deportiva de la ciudad.
Pero el salón de boxeo, en ese mismo instante, es un hervidero. Más de 20 púgiles, entre los que fácilmente se distingue la pequeña figura del subcampeón olímpico Yuberjen Martínez, se entregan de lleno a al entrenamiento, al trabajo físico, y a punta de puños se encarnizan con las desgastadas bolsas de arena, que amortiguan los golpes de los sudorosos gladiadores que hacen parte de la selección nacional.
Y al lado de ellos, en silencio, pero observando con detalle los movimientos de sus pupilos, está el cubano Rafael Iznaga Hernández, el entrenador que aterrizó en Bogotá en agosto del 2003 para asumir la dirección técnica de la Liga de Boxeo de la capital del país y quien desde enero pasado, luego de un poco más de 13 años, dejó esa misión en manos de Alexander ‘el Cachaco’ Brand para ocupar el cargo de seleccionador nacional.
A Iznaga se le debe en gran medida que Colombia haga parte de la Serie Mundial de Boxeo, competencia en la que Los Heroicos, como se distingue a la selección en la Liga Mundial, estén clasificados con anticipación a la ronda de octavos de final, luego de victorias frente a Argentina, en dos ocasiones, Venezuela y Cuba.
“La idea se venía trabajando desde los Panamericanos de Toronto 2015. La Asociación Internacional de Boxeo (IBA) tenía el interés de que Colombia diera el salto y lograra la franquicia, y la Federación Colombiana de Boxeo con Coldeportes entendieron que nuestros púgiles debían abrirse al mundo para poder competir con países de Europa y Asia y así tener más fogueo. Y se logró. Ahí estamos con nuestros boxeadores dando golpes, ofreciendo espectáculo y buenos resultados en una competencia dura, nueva para nosotros, con combates de cinco asaltos y boxeadores sin camiseta, y ganándonos un nombre en el boxeo mundial”, explicó Iznaga, nacido hace 54 años en Cienfuegos.
Los mayores objetivos del año están puestos en los Juegos Bolivarianos de Santa Marta (en noviembre), donde tienen como meta retener el título del campeonato y mejorar el número de medallas de oro que se consiguieron en Trujillo 2013 (Perú): 3 oros, 5 platas y 3 bronces.
Pero antes de eso, también está la Serie Mundial, el Panamericano élite de mayores, masculino y femenino, en Tegucigalpa (Honduras), clasificatorio al Mundial de Hamburgo (Alemania), en agosto y septiembre.
Bolivarianos, el objetivo
“Al Mundial ya no iremos con la idea de ganar experiencia, no, allá tenemos que ir por una o dos medallas de oro. Los Bolivarianos son prioridad. Y la Serie Mundial, en nuestra primera incursión, nos está brindando peso frente a rivales y jueces, luego de ganarle a Cuba”, dijo el entrenador. Iznaga destaca la importancia de la Serie Mundial, pero advierte que podría ser debut y despedida. “Cada enfrentamiento como local cuesta mínimo 90 millones de pesos, y si no hay una empresa privada que ayude a solventar los gastos, será difícil sostenernos, y si nos salimos, después será complicado volver a tener la franquicia”, agregó.
La federación no maneja grandes cifras en su presupuesto, pero este año Coldeportes ha hecho un esfuerzo para facilitar la participación de Colombia en la Serie Mundial y en los otros compromisos. Sin embargo, buena parte de los recursos se han gastado en este evento y el dinero previsto en los planes de preparación a lo largo de la temporada ya no alcanza.

Rafael Iznaga, entrenador de boxeo.
Mauricio León/EL TIEMPO
“La idea es que la empresa privada pagara la Serie Mundial, y como no ha sido así, pues ya no podremos asistir a fogueos que teníamos en Cuba y Venezuela. Esta competencia dará frutos e incluso en 2019 entregará cupos a Tokio 2020, pero por ahora nos da y nos quita”, sostiene Iznaga.
Mientras el grupo de púgiles prosigue la rutina de entrenamiento, el adiestrador indica que para que el boxeo tenga mejores opciones, los deportistas requieren de un lugar específico para las prácticas.
“El boxeador colombiano tiene buenas condiciones. La diversidad de razas le da muchas posibilidades. Tenemos el negro alto, el negro pequeño, el mestizo y el mulato, razas todas muy fuertes para el boxeo. Si queremos dar otro paso requerimos de un lugar de entrenamiento independiente, y claro, más recursos. Necesitamos que se le meta más plata al deporte, pero no solo al boxeo”, argumenta.
Iznaga, quien ya adelanta la documentación para adquirir la nacionalidad colombiana, tiene tres sueños y cuenta con la fe de que se harán realidad: conseguir un campeón mundial aficionado, un campeón olímpico y un campeón mundial en el boxeo profesional.
“Creo que este año podemos cumplir con el aficionado con cualquiera de los muchachos del equipo. Yuberjen es nuestro referente, no ha perdido la humildad, entrega la última gota de sudor en cada entrenamiento y va a llegar lejos; es como Nairo en el ciclismo, James en el fútbol, Caterine en el atletismo o Mariana en el bicicrós. Yuberjen cuenta con los mejores pronósticos”, sentencia el hombre que tiene en alto la guardia del boxeo colombiano.
JAVIER ARANA
Redactor de EL TIEMPO
En Twitter: @arana_javier