Para los conocedores del deporte de las narices chatas, la derrota del boxeador colombiano Céiber Ávila en los cuartos de final de la categoría de 52 kilos, se analiza más por las decisiones de los jueces que por la calidad de los puños que se lanzaron.
“El tercer asalto fue una paliza, no es justa la decisión unánime; es más que un robo”, aseguró Iznaga.
Céiber no ocultó su descontento y tiró una frase que preocupa de cara al futuro. “Me dan ganas no saber más de boxeo”, añadió.
Todo esto pasa el mismo día en que la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA) expulsa a una gran cantidad de jueces de Río, por no cumplir con el “nivel digno de unos juegos”. (Además: Expulsados jueces de boxeo en Río por polémicas en combates)
El entrenador de Estados Unidos Billy Walsh calificó el arbitraje en estos juegos de “atroces” y aseguró que no había visto algo tan malo en este sentido desde Seúl 1988, cuando el boxeador Roy Jones fue robado en la definición por el oro.
El boxeador colombiano clausuró el tema diciendo que “estas personas (refiriéndose a los jueces) te derrumban un sueño en minutos”.