Dicen que los años bisiestos traen desgracias, suceden eventos dramáticos o simplemente es un año sin suerte. En 1912 se hundió el Titanic, en 1948 asesinaron a Gandhi, 20 años después a Martin Luther King, en los 80 a John Lennon y así cada año bisiesto trae un hecho doloroso para la humanidad. Para la muestra, este año se estrelló el avión de Chapecoense.
Sin embargo, para otros, el 2016 fue sinónimo de una inmensa alegría, sobre todo para muchos deportistas que hicieron historia con sus países, selecciones o equipos de su ciudad. Inolvidables sorpresas dejaron, por ejemplo, el Leicester de Inglaterra, la selección olímpica de fútbol de Brasil, el equipo de tenis argentino, el Cleveland de Lebron James y el Portugal de Cristiano Ronaldo, entre otras felices historias.
Nadie lo conocía. O por lo menos entre los conocedores de fútbol solo se sabía que un equipo que se había salvado de irse al descenso en la temporada anterior de la Liga Premier de Inglaterra se llamaba Leicester City.
Fecha a fecha se empezaron a tejer historias sobre aquellos jugadores y su técnico Claudio Ranieri. Su goleador, Jamie Vardy, cinco años antes de llegar al club trabajaba en una fábrica de prótesis. De su arquero, Kasper Schmeichel, solo se hablaba de que era hijo de Peter, el legendario portero del Manchester United, campeón de la Champions en 1999.
“Ese equipo, en cualquier momento se cae”, decían los incrédulos que se quedaron esperando toda la temporada porque el 2 de mayo el empate entre Chelsea y Tottenham permitió el primer título en 132 años de historia del Leicester City.
Adiós antirrécordsDesde los Juegos Olímpicos de 1996, Brasil estuvo en busca de una medalla olímpica. Al scratch, como se le conoce a la selección brasileña, en cuatro oportunidades se le había escapado la anhelada presea.
En Atlanta 1996 y Pekín 2008 la selección de fútbol se quedó con el bronce, en Sídney 2000 solo llegó hasta los cuartos de final y en Londres 2012 estuvo cerca, pero perdió la final y obtuvo la medalla de plata.
Los Juegos de Río de Janeiro eran el escenario perfecto para acabar con ese maleficio. Con la ayuda de su público y de la mano de su figura, Neymar, por fin lograron el único título que les hacía falta a las selecciones de Brasil en la historia.
Otro que tenía una gran deuda pendiente era el equipo de tenis argentino en la Copa Davis. En el país gaucho parecía que la ilusión se desvanecía porque una y otra vez ‘La Ensaladera’ se les iba de las manos.
Pero como si fuera el guión de una película, el año de Juan Martín del Potro tenía que terminar con la Davis en sus manos. Y esta vez parecía que no iba a ser la excepción porque después de dejar la serie empatada 1-1 en el primer día de competencia después vendrían momentos difíciles.
El primero de ellos fue en el partido de dobles, Del Potro y Leonardo Mayer se enfrentaron a Marin Cilic y a Ivan Dodig. Los croatas en tres sets vencieron a los argentinos fácilmente y todo se definiría al otro día.
Y todo empezó mal. Del Potro en los dos primeros sets cayó ante Cilic y todo parecía sentenciado, otra vez se iba a perder la Copa Davis. Pero en una demostración de coraje, Del Potro remontó y empató la serie. En el quinto partido, Federico Delbonis liquidó a Ivo Karlovic en tres sets y Argentina, después de cuatro finales, perdidas logró ganar la Davis.
Cleveland de LebronUna ciudad como Cleveland, con grandes equipos en las diferentes ligas de Estados Unidos, no resistía un año más sin un título, 52, desde que los Browns de la NFL lograran el Gran Tazón en el año 1964.
Pero toda mala racha tiene su fin, y esta llegó de la mano de LeBron James, que volvió a la que fue su casa en los inicios de su carrera para llenar de gloria al equipo que le dio la oportunidad en la NBA, los Cavaliers.
La temporada regular fue un ‘paseo’ para los Cavs, que se armó en todas sus líneas, la incorporación de Kevin Love y LeBron James le dieron a Kyle Irving el complemento perfecto que los llevaría a disputar una de las finales más emocionantes de los últimos años contra los Warriors de Golden State.
Lograron remontar un 1-3 en contra, cosa que solo 9 equipos en la historia de este deporte habían logrado, fue uno de los momentos más épicos de la NBA y más cuando se logró contra un quinteto que venía de realizar una temporada regular de récord.
Y si hablar de figuras se trata, Cristiano Ronaldo con la selección de Portugal hizo historia en la Eurocopa de Francia. Por primera vez en su historia, el país luso se alzó con el máximo trofeo del fútbol de selecciones europeas.
En los pronósticos no estaba ni siquiera cerca de que Portugal lograra ser campeón. Francia, que en 1998 organizó la Copa del Mundo, y la ganó, era la gran favorita al título, por su ritmo avasallante durante toda la competencia.
Mientras que los portugueses no perdieron, pero solo ganaron dos partidos y los otros cuatro que disputaron fueron empates.
Pero a la hora de la gran final, las ideas de los franceses no aparecieron y se estrellaron contra el muro que propusieron los portugueses. Y si en el previo Portugal no tenía opción, cuando Cristiano Ronaldo salió lesionado en el primer tiempo, las remotas posibilidades se agotaban.
Sin embargo, un delantero en ese momento de Swansea City llamado Éder tenía otros planes y en el tiempo extra un gol suyo le dio la victoria al Portugal de Ronaldo, que entre lágrimas celebró su único título con la selección de su país.
CAMILO MANRIQUE V.
Redactor de EL TIEMPO
En Twitter: @camilomanriquev
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