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Pinilla cuelga los tenis: se despide de la Selección Colombia

El mejor jugador de fútbol de salón del mundo, con tres títulos mundiales, dejará de jugar.

Andrés Felipe Villamizarabril 6 de 2019, 09:15 P.M.

John Pinilla se alista para su despedida de la Selección Colombia de fútbol de salón, a la que llevó tres veces a la gloria. A los 39 años, con tres títulos mundiales en su hoja de vida (Bolivia-2000, Colombia-2011 y Bielorrusia-2015), Pinilla cuelga los tenis.

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Es considerado actualmente el mejor jugador de fútbol de salón del mundo. Su calidad para manejar la pelota y tranquilidad para definir fueron, durante casi 20 años, los argumentos que presentó la Selección Colombia para dominar este deporte. Y así lo ven los hinchas en las calles de Posadas, la ciudad que recibió esta semana el Mundial de la especialidad, del que Colombia quedó eliminado el viernes, tras perder con Brasil 3-2 en cuartos de final.

Pinilla cree que es hora de dedicarle más tiempo a Valerie, su pequeña hija de 7 años, que ha padecido su ausencia. “Es el punto de partida mío, por mucho tiempo de estar en Bucaramanga y Barrancabermeja, así como en otras ciudades, ahora estoy en Ángeles de Bogotá, siempre con la intención de disfrutar con ella los mejores momentos”, dijo.

Nació el 12 de abril de 1980 en la localidad de Bosa, en el hogar de Jairo Pinilla y Martha Cubillos, con cuatro hermanos menores. Y en Bosa empezó su camino hace 30 años en el fútbol de salón. Su primer club fue Auto Metálicas Bogotá, apenas con 8 años de edad, luego pasó a Saeta Instituto Triángulo y a la selección de Bogotá. Después recibió la herencia de Viviano Mena y Giovanny Hernández, las grandes figuras de la Selección en los años 90, y con los que alcanzó a compartir equipo en la Selección: junto a ellos fue campeón mundial en 2000.

Acerca de por qué escogió el fútbol de salón y no el fútbol, advirtió: “Este deporte es el practicado en el país porque en todos los barrios se encuentran cuatro o cinco locos para practicarlo; poco a poco fui entendiendo que tenía condiciones y pude ver que podía vivir de este cuento y empecé a verlo más como trabajo que otra cosa”. Sin embargo, tuvo un coqueteo con el fútbol: en 2001 integró el plantel de Santa Fe, su equipo del alma. “Tuve compañeros como Hilario Cuenú, Iván López, el ‘Rolo’ Flórez y Oyie Flavién. Fue una linda experiencia”, explicó.

La pelota pesada le permitió llegar a Europa, donde jugó en el Arzignano, de Italia, con el que ganó cuatro títulos. Así como recibió el legado de Mena y Hernández, ahora les entrega la posta a Cristian Romero y Diego ‘Mara’ Gómez: “El tiempo me mostrará el camino, pero, normalmente, los exjugadores terminan como técnicos”.

Marco Antonio Garcés

Redacción Futbolred